La Universidad Nacional de La Rioja (Unlar) continuaba ayer, por séptimo día consecutivo, tomada en todas sus sedes por estudiantes, docentes, egresados y no docentes, quienes reclaman la salida definitiva del rector Enrique Tello Roldán y de todas las autoridades. Si bien Tello Roldán hizo pública su renuncia el martes pasado, hasta ahora no se ha formalizado. Y hay un antecedente: en 2003 también anunció que iba a dejar el cargo, pero finalmente nunca lo hizo y llegó a cumplir ahora 21 años al frente de la universidad. Mientras fuentes del Consejo Superior anunciaron que se está convocando a la asamblea universitaria para el 12 de octubre, con el fin de tratar la renuncia del rector, la asamblea autoconvocada de alumnos, docentes, graduados y trabajadores denunciaron que el “tellismo pretende dilatar y jugar al desgaste” y advirtieron que el conflicto se podría solucionar en 48 horas “aceptando la renuncia (de Tello Roldán) y renunciando todos”. La asamblea también denunció que Miriam Tello Roldán “cargó un auto con cajas con documentación” que sacó de la obra social: la hija de Tello Roldán es funcionaria de la Osunlar y no renunció, como tampoco lo hizo otra hija del rector saliente, Cecilia, funcionaria de la universidad. Por otro lado, ayer se conocieron detalles de la denuncia judicial presentada por el rector y las autoridades contra los responsables de la toma. Allí se habla de “secuestro coactivo agravado, asociación ilícita con fines terroristas y financiación del terrorismo”. El juez federal ad hoc Nicolás Azcurra pidió “más pruebas” para expedirse, y ayer, junto a la policía, realizó una inspección en las instalaciones tomadas de la Unlar.