La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la UBA inició un proceso de reforma de la estructura académica y los planes de estudios de sus carreras. La intención del decano Berardo Dujovne, actual vicerrector de la universidad, es múltiple: dividir las carreras en dos ciclos; otorgar un diploma intermedio para facilitar la inserción laboral de los alumnos; crear las licenciaturas en Diseño; y articular las carreras a través de nuevos departamentos comunes. La propuesta de reforma contaría con el apoyo de la mayoría de los profesores, aunque generó críticas entre los estudiantes y los sectores docentes que no fueron consultados (ver aparte).
En la FADU, más de 20 mil alumnos estudian Arquitectura o alguna de las cinco carreras de Diseño: Gráfico, de Imagen y sonido, de Indumentaria y textil, del Paisaje, e Industrial. Según explicó a Página/12 el subsecretario académico Marcelo De Cusatis, lo que se está planteando es “generar dos reformas, una en el área de gestión académica, y otra en los planes de estudios”.
Los cambios propuestos fueron volcados en un documento “abierto al debate” que presentó el decano. Allí, tras resaltar la importancia adquirida por la FADU en los últimos años, se reconoce que “en el dictado de las seis carreras... existen escasos contactos y todavía menos un empleo común de las fortalezas. Los planes de estudio vigentes, elaborados en distintas épocas, no prevén un esquema de equivalencias que permita cursar materias en otras carreras y acreditarlas en la propia. En definitiva, más que a una facultad integrada, cabe referirse a una serie de carreras yuxtapuestas originadas por un proceso de agregación, con desarrollos paralelos autónomos”.
Bajo ese diagnóstico se propone reformar la estructura académica de la facultad para “ir hacia un modelo más moderno, que integre las carreras y permita el intercambio y el enriquecimiento de los profesores”, según De Cusatis. La integración se buscaría reemplazando el vigente modelo de carreras paralelas por una estructura matricial que articule áreas disciplinares con departamentos que vinculen horizontalmente todas las carreras. Las áreas serían Arquitectura y urbanismo (que agruparía las carreras de Arquitectura y de Diseño del paisaje), Diseño de producto (incluiría Diseño industrial y de Indumentaria) y Diseño de comunicación (nuclearía Diseño gráfico y de Imagen y sonido). Las tres áreas serían atravesadas por cinco departamentos: Ciencias, Humanidades, Ambiente, Morfología y Gestión, cada uno conformado por las asignaturas del respectivo campo temático. La nueva organización articularía también a los posgrados y los equipos de investigación. De ese modo se evitaría la superposición de contenidos y estructuras, mejoraría el aprovechamiento de recursos, y se fomentaría que los profesores enseñen e investiguen.
El otro cambio importante apunta a “generar una estructura distinta de planes de estudios, con carreras más flexibles, divididas en dos ciclos, uno general y otro profesional”, en palabras del subsecretario académico de la FADU. El propósito es que en el primer tramo se impartan conocimientos básicos y, en el segundo, problemas específicos y cuestiones vinculadas con la actividad profesional. La idea es complementar el sistema de ciclos con un sistema de créditos “que organice el cursado y admita certificaciones académicas parciales. Este diploma permitirá mejorar la inserción laboral de los alumnos”. Al término del primer ciclo, el estudiante podrá optar entre culminar la carrera o realizar cursos de capacitación laboral.
También se intenta atender una vieja demanda: la creación de licenciaturas sobre la base de las actuales carreras de diseño. Esto implicaría “no sólo el cursado de una cierta carga horaria, sino también un avance cualitativo en los conocimientos”, lo cual probablemente extenderá los cuatro o cinco años que hoy duran dichas carreras. Paraacceder a estas licenciaturas, quienes ya egresaron de los Diseños deberán aprobar los módulos que se agreguen.
Las autoridades de la FADU pretenden que, una vez aprobadas las nuevas estructuras de las carreras, se abra el debate para definir los contenidos. Por las dudas, para evitar sospechas, el decano Dujovne se preocupó por aclarar en su presentación que “la propuesta no prevé la disminución de cátedras ni pérdida de equipos docentes”.