UNIVERSIDAD › LAS PROPUESTAS DE LOS FRENTES DE IZQUIERDA Y KIRCHNERISTA QUE COMPITEN EN LAS ELECCIONES ESTUDIANTILES
Informe: Delfina Torres Cabreros
“Haber logrado que estén las cinco carreras de Sociales cursando juntas.” “Haber impulsado el debate que consiguió desplazar a Darío Richarte, un espía de la SIDE que estaba en la cúpula del gobierno universitario.” “Volver a pelear por las condiciones de cursada y de trabajo en la facultad junto a los docentes y no docentes.” Esos son algunos de los logros que los candidatos de La Izquierda al Frente para presidir el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) rescatan de sus años de conducción.
La coalición liderada por el PO, Izquierda Socialista y el PTS preside el centro desde 2014 y este año, en vistas de la emergencia de una lista común de las agrupaciones kirchneristas que amenaza con arrebatarles el mando, unió filas con El Viejo Topo-Cauce, Juventud Insurgente y Bandera Negra, lo que sumó a la tradicional nómina de tres candidatos copresidente un nombre más. Los postulantes son Ignacio Ibáñez (PO), Nahuel Fernández (IS), Leo Luzbo (PTS) y Matías González (Viejo Topo-Cauce).
Pese a las discrepancias y matices, los cuatro candidatos de la izquierda coincidieron ante Página/12 en una afirmación fundamental: una eventual conducción de la alianza liderada por Proyecto Sociales y la UES sería el fin de la “independencia política del centro de estudiantes”, tanto “frente a los distintos temas de la realidad política nacional como dentro de la propia facultad”.
“En un año electoral, donde se puso en marcha todo el recambio político a nivel nacional, con un fuerte giro a la derecha, la Universidad de Buenos Aires no es una burbuja ajena a eso. Las autoridades de Sociales, que ya dirigen las carreras y la facultad y tienen a sus agrupaciones estudiantiles, La Cámpora y la UES, puntualmente, vienen ahora por la independencia política que el centro de Sociales tiene desde hace doce años”, dijo Luzbo, quien, al igual que Fernández, ya fue presidente del centro durante el último año.
El candidato por IS consideró que “el gobierno nacional, mucho más con Daniel Scioli de presidente, es un factor de ajuste en la educación pública” y que “en Sociales se expresa en que hay un decano kirchnerista que no dice nada frente a un presupuesto que retrocede todos los años”. “Se nota el ajuste en Sociales y, si no tenemos un centro que denuncie y que pelee para que eso cambie, se va a profundizar”, alertó Fernández.
Ibáñez, por su parte, hizo hincapié en “la situación actual de completo abandono de la facultad por parte de sus autoridades” y aseguró que frente a eso, “las agrupaciones que responden a la gestión impulsaron una campaña absolutamente falaz intentando responsabilizar al centro de estudiantes de esa situación de descalabro, encubriendo al responsabilidad de la gestión a la que ellos representan”.
Los candidatos enumeraron una serie de iniciativas impulsadas por el centro en los últimos años, que van desde posicionamientos más políticos (“nos hemos puesto a la cabeza de la convocatoria de Ni Una Menos”; “peleamos para que dejen de existir los docentes llamados ad honorem”; “acompañamos a los trabajadores de la línea 60 contra despidos y suspensiones”) a propuestas más concretas relacionadas con los servicios y facilidades (becas, apuntes, reclamos administrativos) que se espera que ofrezca un centro de estudiantes. De todos modos, fue en esta segunda faceta donde los tres candidatos provenientes de los partidos que conducen actualmente el centro enfocaron la autocrítica. “Al principio, la gestión de los apuntes fue complicada”, admitió Ibáñez. “Nos podríamos haber organizado mucho más fuerte para que ese aspecto de gestión y de servicio hacia los estudiantes sea lo que nosotros consideramos que tiene que ser”, completó Luzbo.
Matías González, que ingresó a la nómina de los candidatos luego de que se sumara el Viejo Topo-Cauce al frente, señaló que la decisión tuvo que ver con la “necesidad de defender la independencia ante todo”, sin que eso implique “relegar las críticas” que tienen para sus compañeros de fórmula. “Ha sido una conducción que se ha dedicado a denunciar todo lo malo de esta gestión de la facultad, pero nosotros vemos que se han perdido ciertos espacios de participación y de contención del centro de estudiantes, lo que ha permitido incluso que hayan avanzado las otras agrupaciones afines al kirchnerismo.”
“La Izquierda al Frente está intentando nacionalizar la discusión fundamentalmente porque no tienen nada para decir y nada para mostrar, salvo errores, de los dos años que vienen gestionando el centro de estudiantes”, dijo a Página/12 Pablo Mobili, candidato a presidente del centro de estudiantes de Ciencias Sociales por Proyecto Sociales. Mobili encabeza junto a Belén Figueredo, de la UES, la Lista 21, que se ha constituido en la principal amenaza para la actual conducción del centro. El año pasado, los sectores “del campo nacional y popular” se presentaron por separado a las elecciones y, entre todas, reunieron alrededor del 40 puntos. Esta vez lograron sintetizar un frente común que incluye a Proyecto Sociales (La Cámpora, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita y otras), la UES, Miles y Seamos Libres, que, según señalan, les ofrece “una oportunidad histórica”.
“Hoy vemos que hay un centro que está paralizado, que no responde a los intereses de los estudiantes, que no puede llevar adelante ninguna propuesta que garantice cuestiones como el acceso y permanencia de los compañeros que llegan a la educación superior”, dijo a este diario Figueredo, para quien la izquierda no pudo, en los doce años que lleva en la conducción del centro, “llevar a cabo transformaciones que realmente modifiquen las estructuras de la universidad”. En el mismo sentido, Mobili, que milita en La Cámpora, aseguró que “el centro de estudiantes está totalmente vaciado de participación” y que “a los espacios de asamblea y comisiones de base les falta vida, les falta músculo”. Además, los candidatos sumaron críticas referidas a “la mala gestión de los pocos espacios que el centro tiene a cargo”: fotocopias y apuntes. “Las fotocopias tienen mala calidad y son caras”, precisó Mobili.
En respuesta a la principal crítica que reciben de las agrupaciones de izquierda –sobre la falta de independencia política que tendría un centro liderado por el kirchnerismo– Figueredo señaló que es una acusación un tanto “contradictoria”. “Ellos son la gestión actualmente porque tienen tres consejeros directivos, representación en el Consejo Superior y son la presidencia de la FUBA desde hace ya varios años. Ellos están en lugares estratégicos de poder dentro de la facultad y dentro de la UBA y no representan a los estudiantes”, señaló la militante de la UES. Para Mobili, la “independencia” a la que la izquierda se aferra es “discutible”. “Nosotros creemos que actualmente la conducción del centro es independiente de los estudiantes. Nosotros, como kirchnerismo de la facultad, hemos dado sobradas muestras de representar los intereses de los estudiantes y vamos a hacer un centro de estudiantes participativo y con fuerza para reclamarle a quien tengamos que reclamarle, en el momento que tengamos que hacerlo, y poder llevar las luchas estudiantiles a la victoria.”
Mientras Figueredo resaltó que, de tener la conducción del centro, harán pie “en la cuestión de la inclusión”, Mobili señaló que la plataforma se estructura a partir de tres ejes. El primero es el eje gremial, que ejemplificó con “los más de quince proyectos” presentados como minoría estudiantil en el consejo de la facultad. Entre ellos mencionó la descarga online de los certificados de alumno regular, la ampliación de los bicicleteros y la publicación de los programas actualizados de las materias en la web. El segundo eje, el académico, se relaciona principalmente con la reforma de los planes de estudios de las cinco carreras, de las cuales tres aún tienen “planes que datan de los ’80 y no contemplan cambios que se dieron en la región y fundamentalmente en nuestro país”. Por ultimo, Mobili planteó un eje político, orientado a modificar “la utilización política que hace la actual conducción del centro, que usa nuestra herramienta gremial como un sello de goma para sus intereses partidarios y hace que la bandera de nuestro centro de estudiantes marche como este año con Hugo Moyano o Luis Barrionuevo, representantes de la derecha”.
Los candidatos señalaron que intentarán romper el statu quo de la UBA, con el que se sienten “cómodos” tanto “la derecha, la corporación universitaria, como estos partidos autodenominados de izquierda”. “Unos gestionando a piacere los fondos públicos de la universidad –precisó Mobili– y los otros en ese espacio de pseudo oposición que grita y grita con un megáfono y no resuelve nada.”
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