Por Joaquín Cara *

La sociedad argentina ha venido sufriendo desde hace más de 25 años un largo proceso de deterioro social, económico, político y cultural. La tremenda y cruel represión llevada adelante por la última dictadura para poder implementar un modelo económico de marginalidad, pobreza y exclusión social puede ser tomada como la fecha paradigmática del comienzo de este largo proceso. Pero no terminó con el final de la misma sino que se siguió agudizando con los distintos gobiernos democráticos que le siguieron, en particular con el gobierno menemista de los ‘90. Deterioro que significa entre otras cosas millones de argentinos viviendo en la pobreza y la indigencia, jóvenes sin perspectiva de futuro, corrupción institucional enquistada hasta lo más profundo de las estructuras gubernamentales y no gubernamentales, entrega indiscriminada del patrimonio nacional entre otras cosas.
Parece mentira que a pesar de todo esto siga habiendo “personajes” que pregonen “cumplir con los compromisos externos”, compromisos que fueron contraídos a espaldas del pueblo y que significaron la condena de casi dos generaciones de compatriotas. Se ve que estos “gurúes” que pronosticaban hiperinflación y un dólar de 10 pesos, y auspiciaban la vuelta de Menem como el gran salvador (o de López Murphy, como versión prolija del gerente del mismo modelo), no evaluaron las tasas usureras de interés cobradas por estos “acreedores”, sabiendo que cuando uno pone su dinero a una tasa cinco o diez veces más de lo que establece “el mercado” está apostando al riesgo. Bien, a estos “acreedores” que han ganado millones durante muchos años a costa del sufrimiento de nuestro pueblo, “les llegó la hora de perder”.
Es momento de priorizar la deuda interna pendiente con los millones de argentinos víctimas del modelo de saqueo y entrega que los ha sumido en la pobreza, el desempleo y la marginalidad; a través de medidas redistributivas, de recrear las protecciones sociales y de reconstruir la justicia social. Desde el movimiento estudiantil, queremos hacerle llegar al Sr. Presidente nuestro apoyo para esta verdadera causa nacional, de la que, creemos, la renegociación de la deuda ilegítima e ilegal es una condición fundamental.

* Secretario general de la FUBA. Con la adhesión de las agrupaciones Colectivo para la Transformación Universitaria, La Kantera, La Neurona, QRS y La Vertiente (ARI), el texto fue enviado al presidente de la Nación.