UNIVERSIDAD
“El desafío es reconstruir la UBA después de 16 años de decadencia”
El bloque del rector electo ya preara sus planes para la universidad. En seis meses se hará una asamblea para reformar el estatuto.
› Por Javier Lorca
”Se abre una esperanza para la universidad.” En el día después de la asamblea que llevó a Guillermo Jaim Etcheverry al rectorado de la UBA, así celebró el triunfo Aníbal Franco, ex decano de Veterinarias y cabeza de la lista de profesores que impulsó al rector que asumirá en mayo. “Estamos muy contentos, pero sabemos que ahora tenemos una gran responsabilidad. El desafío es reconstruir y refundar la UBA después de 16 años de decadencia y ocaso”, apuntó Fortunato Mallimaci, otro de los profesores que aportó su voto entre los 120 que sumó Jaim, frente a los 57 reunidos por su principal contendiente, el economista Aldo Ferrer (ver aparte).
Ayer, tras la agotadora asamblea del martes, los principales referentes de la UBA ya planeaban la transición. “Vamos a tener que acordar un proceso de transición, algo totalmente nuevo para la universidad de la democracia para acá –dijo un funcionario del Rectorado a este diario–. Empezamos a preparar un informe de gestión, con el estado de todos los trámites y proyectos de las secretarías, y, seguramente, vamos a convocarlo a Jaim para informarle.” Salvo que medie algún acuerdo, el nuevo rector debería asumir el 7 de mayo, cuando vence el mandato de Oscar Shuberoff. Antes, posiblemente, el 25 de este mes, asumirán los nuevos consejeros superiores, quienes deberán aprobar la designación del próximo vicerrector y los secretarios.
Mientras eso preocupa a la gestión saliente, los partidarios de Jaim Etcheverry –que ganó apoyado por un bloque integrado por los más diversos sectores políticos de la universidad– ayer empezaban a desgranar las primeras cuestiones por resolver. “Se viene una etapa en la que habrá que armar un equipo de trabajo, porque tanto nuestra lista como Jaim fuimos muy claros: nunca se planteó cambiar votos por cargos”, dijo Aníbal Franco. “Que el nuevo rector haya llegado a ser elegido sin hacer ningún arreglo con ningún sector es una bocanada de aire fresco, marca una manera muy distinta de hacer política”, comentó Mallimaci. “Ese es uno de los principales desafíos que tenemos: dejar de lado las componendas, los tomas y dacas por abajo. Porque los votos que sacó Jaim Etcheverry, más los de Schuster y Rozitchner, son todos contra el modelo shuberoffista –agregó el ex decano de Sociales–. Jaim lo planteó muy bien en la asamblea: para refundar la universidad vamos a tener que producir una profunda transformación cultural basada en valores y una ética solidaria.”
La asamblea universitaria del martes aprobó convocar a una nueva asamblea en los próximos seis meses. “El Consejo Superior deberá trabajar en estos meses en la elaboración de proyectos para reformar el estatuto de la UBA, que ha quedado muy atrasado en muchas cuestiones. Esos propuestas se le presentarán a la asamblea y ella podrá tomarlos o no, y resolver qué reformas adopta”, contó Franco. En la asamblea, diversos proyectos que finalmente no se trataron plantearon la necesidad de cambiar el sistema electoral de la UBA y aplicar la elección directa del rector, decanos y consejeros superiores. Además, se impulsarían cambios para las formas de nombrar profesores eméritos y consultos, la edad jubilatoria de los docentes y el régimen de dedicaciones exclusivas.
“El nuevo rector surge de una farsa, una comedia armada por los mismos sectores que apoyaban a Shuberoff, como los decanos de Económicas, Arquitectura y Psicología –criticó el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Iván Heyn–. En realidad, no se está desmontando el aparato shuberoffista, sino que ese mismo aparato puso a un hombre más respetable como rector.” Y advirtió: “La nueva FUBA no está dispuesta a negociar. Vamos a intervenir activamente, porque la universidad necesita una reformulación democrática, con la participación de todos los sectores y no con una asamblea ilegítima”.
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