“Necesitamos sumar esfuerzos entre los Estados para que ningún chico latinoamericano quede marginado de la educación”, planteó el ministro de Educación, Daniel Filmus, ante el Primer Foro Educativo del Mercosur, que comenzó ayer en Buenos Aires. Con la participación de más de cien organizaciones y representantes gubernamentales del país, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, el foro busca generar un espacio educativo común en la región, incluyendo a las organizaciones sociales. El encuentro se sumó a un congreso realizado también esta semana para avanzar en la convergencia de la educación superior.
“La globalización produjo resultados contrarios a los que prometía, profundizando las diferencias en el continente y al interior de cada uno de nuestros países –siguió Filmus–. Debemos crear otra cara de la globalización donde el conocimiento sea la llave para acortar las diferencias existentes. No tenemos destino si no pensamos en términos de región.” El foro concluirá hoy, cuando los participantes elaboren un documento con reflexiones y propuestas sobre los problemas de inequidad y exclusión que atraviesa la educación en el Mercosur.
Esta semana tuvo lugar, por otro lado, un congreso internacional con representantes de 450 universidades de Europa y Latinoamérica, organizado por la Comisión Europea y la Universidad Nacional de Tres de Febrero con el objeto de analizar la articulación de la educación universitaria. Tras dos jornadas de debates y ponencias, se alcanzaron dos conclusiones: primero, la fragmentación de la educación superior en Latinoamérica se da al interior de los países y entre ellos, por lo que muchas veces las instituciones terminan compitiendo entre sí; y segundo, el espacio educativo común podrá surgir en la medida en que América latina consensúe una identidad propia para luego, como región, vincularse con Europa y otras regiones.