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Los alumnos de Sociología quieren voto directo, pero los profes no
La carrera está acéfala. Los estudiantes quieren que todos voten al director. Para los docentes, sería diluir los claustros.
› Por Javier Lorca
Virtual anticipo de un debate que dentro de seis meses seguramente se dará en toda la UBA, los estudiantes, graduados y profesores de Sociología, en la Facultad de Ciencias Sociales, están discutiendo la elección directa de sus autoridades. La propuesta es de los alumnos y la mayoría de los profesores se opone. El mandato del último director terminó el 31 de marzo y, como no hay acuerdo, la carrera está acéfala. “Además de permitir una mayor participación, la elección directa abriría la interrelación entre los claustros, algo que hoy sólo se produce inorgánicamente”, dijo a Página/12 Santiago Mondonio, consejero directivo por los alumnos. Los profesores creen que la elección directa no implicaría mayor democracia, sino la desaparición del claustro docente: “La elección basada en el principio de un hombre un voto... disolvería a los docentes en los otros claustros por la vía del número”.
Hasta ahora, los directores de las cinco carreras de Sociales son elegidos por el voto de las juntas de carreras, integradas por quince consejeros (cinco por claustro: profesores, egresados y alumnos). Esta estructura de gobierno colegiado se reproduce en toda la UBA, donde las autoridades ejecutivas (decanos de facultades y rector de la universidad) son elegidas en forma indirecta mediante el voto de los representantes de la comunidad académica. Este punto es muy cuestionado por diversos sectores y podría ser modificado en la asamblea universitaria que se reunirá dentro de 180 días para reformar el estatuto de la UBA. De hecho, ya se están preparando proyectos en ese sentido.
La cuestión estalló en Sociología cuando culminaron los dos años de gestión del profesor Emilio Cafassi. No se pudo elegir a su sucesor en la dirección: para sesionar, la junta precisa al menos un consejero por claustro. Y los cinco estudiantes exigen que el nuevo director sea elegido con el voto directo de todos los alumnos, profesores y graduados de la carrera. Como no hubo acuerdo con los profesores, no han dado quórum ni los tres consejeros del MRS (frente de agrupaciones independientes y de izquierda), ni el de la independiente Viejo Topo, ni el del frente MST-PO.
“Hasta ahora los estudiantes llegábamos a la elección del director sin saber qué había detrás de cada candidato, qué proyectos implicaban. En la junta, cada grupo nos pedía apoyo. Se producía un toma y daca de votos entre mayorías y minorías –explicó Mondonio (MRS)–. Con la elección directa, esto se podría revertir. Todos participarían y se revitalizaría la discusión dentro de la carrera. Sería una forma de recuperar el debate político y esto le daría mayor entidad a la universidad pública.” La posición del claustro estudiantil es que, en la elección directa, cada profesor, alumno y graduado valga un voto. No hay acuerdo entre los estudiantes sobre el modo en que se debería votar: algunos pretenden que sea con urnas y voto secreto, y otros prefieren que se vote en asamblea.
“La carrera de Sociología está en estado deliberativo –dijo el secretario académico de Sociales, Néstor Cohen, también profesor de la carrera–. El claustro de profesores, mayoritariamente, es crítico de la propuesta de elección directa, aunque algunos apoyan. La universidad debería repensar los criterios de representatividad, pero también hay que respetar la presencia de los claustros.” Cafassi, último director de Sociología, opinó: “No está mal pensar en dispositivos de elección directa. Las mayorías de profesores y graduados propusimos un compromiso para dar ese debate y profundizar la democratización, pero no ahora, ni aceptando la relación un hombre un voto, ni la elección en asamblea. Tampoco puede hacerse en una sola carrera”.
Esa mayoría de profesores y graduados respondió así a la propuesta estudiantil: “Sería una falta de democracia que los profesores gobernaran la universidad sin la intervención de ningún otro sector. Algo parecido sucedería en otras instancias imaginables. Una de ellas es la elección basada en el principio 1 hombre 1 voto: este mecanismo disolvería a losdocentes en los otros claustros por la vía del número... Además el principio 1 hombre 1 voto ya existe: es interior a cada claustro. Lo que se lograría con la universalización de dicho principio es que se disuelva el sistema de claustros. Y de ninguna manera eso puede presentarse como más democrático, pues implica la disolución de las formas alcanzadas históricamente y que son aptas para garantizar el equilibrio de la vida democrática en la universidad”.
Por ahora, no hay acuerdo a la vista. “La carrera está acéfala -advirtió Cafassi–. No se está realizando ningún trámite. La junta, que se reúne una vez por mes, no puede asumir las funciones de un director.” El secretario académico, en cambio, le bajó el volumen al conflicto. “La junta está constituida y se traba sólo en la elección, no en otras funciones”, dijo Cohen. Y el decano, Federico Schuster, apuntó: “Hace algunos días estaba muy preocupado, pero ahora estoy más tranquilo porque se está empezando a debatir entre todos. Y es muy bueno que estén volviendo a participar los profesores con más prestigio de la carrera”.
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