La universidad cumple hoy 185 años y, sin festejos, el vicerrector dedicó la fecha a llamar “a deponer posiciones rígidas”.
› Por Javier Lorca
La Universidad de Buenos Aires llega hoy a sus 185 años de existencia envuelta en un prolongado conflicto político e institucional, sin rector desde hace más de cien días. El aniversario, que no tendrá festejos como en otras ocasiones, fue tomado por el vicerrector a cargo de la UBA, Aníbal Franco, para hacer un llamado público: “Quiero aprovechar la fecha para instar a deponer posiciones rígidas y empezar a funcionar con la normalidad que se merece la historia de esta universidad”, dijo. Pese al pedido, la federación estudiantil, que ya impidió en cinco oportunidades la reunión de la asamblea universitaria, ratificó esta semana sus reclamos y su plan de lucha.
“En su historia reciente, la UBA ha tenido una gestión muy prolongada y otra tal vez muy personalista –estimó el vicerrector, en diálogo con Página/12–, y la próxima debe ser una gestión más participativa, e incluir a la mayor cantidad de actores de la universidad, porque hay por hacer muchas cosas importantes que están postergadas. Con tantos años y tantos laureles ganados, esta universidad no se merece seguir viviendo y medrando de aquella gente que hizo tan grande a la UBA. La universidad no puede darse el lujo de impedir que ingrese la mayor cantidad posible de gente a sus filas, porque ése es el potencial del país, que está saliendo adelante y precisa con urgencia más recursos humanos calificados.”
–¿En qué serie histórica puede entrar la crisis actual? ¿Qué lugar cree que ocupará en la historia de la UBA?
–La universidad ha tenido muchas crisis. Pero, desde que tengo conocimiento, no recuerdo otra crisis semejante con relación, primero, a la posibilidad de elegir a sus autoridades y, segundo, presupuestariamente la UBA está en uno de sus peores momentos de los últimos años, con problemas estructurales, edificios antiguos, dificultades con los servicios de gas, de luz... Vamos a tener necesidad de que se nos preste atención para que los docentes y no docentes puedan trabajar de la mejor manera posible y los alumnos puedan estudiar también de la mejor manera. A pesar de todo, la universidad sigue funcionando. Lo que nos está faltando es un catalizador, un impulso para que todos empecemos a trabajar en conjunto, armónicamente.
–Reubicadas en la compleja historia de la UBA, las protestas estudiantiles y la imposibilidad de elegir rector parecen relativizarse en comparación con intervenciones, cesantías de profesores, violencia... En 1955, por ejemplo, la FUBA tomó la universidad e impuso una terna de candidatos de la que terminó surgiendo el rector.
–Sí, claro que era otra FUBA... Pero es cierto, en esa perspectiva, no creo que esta crisis sea la más importante en la historia de la UBA. Recordemos la Noche de los Bastones Largos, que generó una crisis que todavía estamos pagando, con facultades prácticamente diezmadas que llevó mucho tiempo recomponer. Incluso hoy no lo hemos logrado por completo. En aquellos años dorados de la universidad, un estudiante veía a la UBA como una oportunidad de desarrollo, los sueldos eran dignos, había becas para capacitarse en el exterior, un espíritu que yo no viví nunca más en la UBA. Todo eso fue infinitamente peor que lo que estamos viviendo ahora. De aquello, 40 años después, en algunas áreas no hemos podido salir. De esto vamos a salir, tardaremos poco más o poco menos, pero la UBA va a salir.
–¿Cree que la salida va a implicar un cambio normativo en la UBA?
–La modificación de los estatutos es algo largamente pedido por muchas personas. Aunque con este estatuto se pueden hacer muchas cosas, muchas más de las que estamos haciendo, porque es amplio y general como para aceptar interpretaciones diversas. De todas maneras, creo que efectivamente hay que reformarlo, la universidad ha cambiado, tiene muchos más alumnos e investigadores, los desafíos que hoy tiene el país son otros, cambiaron también los requerimientos de la sociedad. Probablemente en la asamblea que se haga después de elegir al rector trabajaremos en un nuevo estatuto. Lo haremos si nos dejan debatir una reforma, porque la contradicción es ¿por qué alguien que quiere reformar el estatuto no permite abrir esa discusión?
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux