A punto de cumplir cinco meses, la crisis de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sigue entrampada y sin un horizonte de salida. Las autoridades de la universidad no han logrado consensuar cómo organizar una asamblea para elegir al rector y, de hecho, ya ni siquiera lo han intentado en los últimos días. La comisión de decanos que se había conformado para examinar las alternativas se reunió una sola vez y luego parece haber quedado en el olvido. Mañana habrá una sesión del Consejo Superior: aunque el temario estará acotado a cuestiones ordinarias, convenios y otros expedientes administrativos y académicos, se esperan algunas protestas (ver aparte).

Como se sabe, el conflicto empezó el 5 de abril pasado, cuando las agrupaciones estudiantiles de izquierda que conducen la FUBA impidieron la reunión de la asamblea universitaria, una forma de protesta que se repetiría otras cuatro veces con igual éxito. Después de la quinta suspensión, el 17 de julio, las escasas negociaciones entabladas fueron vanas.

“¿La asamblea? Es un tema que alguien parece haberse olvidado en alguna parte”, se sinceró uno de los decanos que apoya la candidatura de Alfredo Buzzi al rectorado. Desde este espacio –que nuclea a consejeros de las facultades de Sociales, Medicina, Arquitectura, Filosofía, Exactas y Agronomía– se considera que el vicerrector “Aníbal Franco no tiene ningún apuro en hacer la asamblea. Propuso crear una comisión de decanos para organizarla, pero apenas hubo una sola reunión... Fue una táctica claramente dilatoria”. Por eso, decanos y consejeros piensan reflotar la posibilidad de autoconvocar la asamblea con un tercio de sus miembros. ¿Cuándo? A mediados o a fines de septiembre. “La idea es la misma: no llamar a la policía, que las seis facultades convoquen a su gente en la Plaza de Mayo y, acompañados por organizaciones sociales y personalidades, marchar juntos hasta el Colegio Nacional de Buenos Aires. Hasta ahora no se hizo una demostración pública de todos los que queremos asamblea.”

Con Alberto Boveris como candidato, el otro bloque de consejeros considera que “no están dadas las condiciones para llamar a asamblea. Si el Gobierno no da garantías de seguridad, no tiene sentido convocar otra asamblea destinada al fracaso”. Para acordar una postura común del bloque, hoy a la tarde se reunirán representantes de Derecho, Económicas, Veterinarias, Psicología, Odontología, Ingeniería y Farmacia en esta facultad. Una de las propuestas bajo análisis fue formulada así por un consejero: “Se podría consensuar una gestión de transición, integrada por todos los sectores y cuyo mandato caduque cuando haya nuevo rector. A la vez, habría que organizar una asamblea para iniciar la reforma del estatuto. La elección del nuevo rector podría quedar para fin de año”.

La FUBA mantiene su reclamo: democratizar la universidad antes de elegir autoridades. Si bien todavía no definió sus próximas acciones, ya anunció que mañana se manifestará en el Consejo Superior. “En principio, nos vamos a movilizar en solidaridad con el reclamo de los trabajadores de la sede Uriburu”, dijo Juan Pablo Rodríguez (PO), copresidente de la federación. Lo que la FUBA terminará de resolver hoy es su posición general frente al Consejo Superior: “Hasta ahora no nos estamos sentando en el consejo porque no reconocemos a Franco como vicerrector y exigimos su renuncia. Pero estamos analizando la situación. Creemos que la autoridades actuales no pueden llevar adelante las tareas pendientes en la universidad y podríamos presentar un proyecto para desenmascararlos”.