Mar 04.03.2003

UNIVERSIDAD • SUBNOTA  › OPINION

Ingeniería y el neoliberalismo

Por Armando Pérez*

La ingeniería en Argentina transformó la infraestructura de la Nación e intervino con éxito en el área energética, de transporte, siderúrgica, informática, ambiental, aeronáutica, aeroespacial, entre otras. Sin embargo, hay cosas que no ha hecho, por depender de políticas de Estado, pero esas cosas son posibles desde el punto de vista científico y tecnológico, cosas como mostrar que una Argentina distinta es posible. Esa Argentina puede ser una Nación integrada, que no sea sólo Buenos Aires y la pampa húmeda. Existió una oportunidad para esa Argentina. Se tuvo con la riqueza generada con el proyecto agroexportador de la generación del ‘80. Desde que el proyecto agroexportador se agotó, salvo débil excepción, los que por distintas vías se hicieron cargo de la gestión del Estado se obstinaron en negar esa posibilidad. En particular, la dictadura de las desapariciones desindustrializó a la Argentina, expulsó a universitarios del país y creó condiciones para que en la etapa democrática aparecieran políticos serviles con los intereses del capital más concentrado, quienes profundizaron la desindustrialización y condujeron a Argentina en su caída. El capital más concentrado continúa en el mundo con su proyecto, pero hoy podríamos preguntarnos: ¿el 19 y 20 de diciembre de 2001, los procesos en Sudamérica, nos permiten soñar que podemos construir una alternativa al proyecto neoliberal? Y en la Facultad de Ingeniería podríamos hacer otra pregunta: ¿se cerró la etapa neoliberal en Ingeniería y la universidad? La respuesta a la primera pregunta la debería dar la sociedad. Para la segunda se puede observar que la etapa neoliberal, del ‘76 en adelante, ha tenido, entre otros, dos aspectos a destacar: uno, que la cosa pública fue apropiada por un puñado de individuos, rentabilizándola en forma privada vía convenios y trabajos a terceros. El otro es que, al no tener la universidad como objetivo sustituir importaciones, se construyó la agenda científica de los universitarios desde el Primer Mundo. Así se logró que el producto final de la actividad en la UBA sea un bien exportable. Muchos investigadores vieron con orgullo la “excelencia” de su labor, cuyos resultados eran altamente apreciados en el exterior. Esto no lo hacían gratis, recibían dinero del Banco Mundial con el que incrementaron la deuda pública, deuda que es un instrumento de dominación empleado por los países centrales. De ese orgullo participaron sólo un puñado de universitarios. En la etapa neoliberal, la UBA estuvo bajo la conducción de la dictadura y el radicalismo. El concepto de radicalismo se extiende en la Facultad de Ingeniería a gestiones como la de los dos últimos períodos anteriores a marzo de 2001. En estos, gobernaron los graduados radicales de la Línea Recta, quienes fueron acompañados por algunos docentes que sobrevivieron a todas las represiones en Ingeniería y ascendieron en período de represiones. Clausurar esta etapa en la ingeniería, y en la facultad en particular, es un problema todavía abierto. Las tareas deberían contemplar recrear hasta el propio espíritu de muchos universitarios que hicieron jirones su conciencia, acabar con el exacerbado espíritu de propiedad privada que llevó a algunos a apropiarse de la cosa pública, buscar, además de las revistas habituales, publicar en otras que tengan nuestros propios evaluadores y se dediquen a publicar los trabajos científicos y tecnológicos relacionados con los problemas que plantee la reindustrialización en Argentina, las soluciones propuestas a problemas cruciales de la sociedad, o los complejos problemas que plantea la gestión de una Nación que aspira recobrar soberanía.

* Profesor de la Facultad de Ingeniería de la UBA.

Nota madre

Subnotas

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux