Por Becarios de la CNEA *

Por estos días están saliendo al aire por radio y por televisión propagandas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) donde se habla de la gran cantidad de científicos argentinos que emigran. En la propaganda no se muestra la principal causa de la fuga de materia gris y por eso es bueno aclararla: en Argentina hay escasas posibilidades de trabajo para los científicos. En particular, a la CNEA no entra personal desde 1996, razón por la cual los becarios estamos peleando por ingreso de gente. La situación es crítica, ya que el promedio de edad en CNEA es de más de 50 años y casi no hay personal de menos de 35. La gente se va jubilando y el personal se va reduciendo. Sin el ingreso de gente joven, nadie puede aprovechar todo el conocimiento desarrollado por las generaciones anteriores ni generar conocimiento nuevo. Sin continuidad todo ese conocimiento se pierde.
En la CNEA hay muchos becarios trabajando. En principio, el fin de una beca es formarse en alguna área (algunos haciendo un doctorado y otros en tareas técnicas), sin embargo esto se desvirtuó totalmente hasta hacer que en muchos casos una beca sea una forma precaria de contrato laboral. Coincidimos plenamente con la propaganda de CNEA: no se puede dejar que los científicos argentinos se escapen a otros países, por eso es necesario la apertura inmediata de la planta de personal de CNEA. Si bien las vacantes en la CNEA, al igual que cualquier organismo del Estado, están congeladas por la Ley de Presupuesto, la misma ley autoriza al jefe de Gabinete del Poder Ejecutivo Nacional a hacer excepciones. Una de estas excepciones permitió la reapertura de la carrera de investigador del Conicet. Esto muestra que abrir el ingreso a la planta de CNEA es solamente una cuestión de voluntad política; para esto los políticos deberían tomar conciencia de la importancia de la ciencia en el desarrollo de un país. Sin embargo, en desmedro del crecimiento del país, desde hace ya cuatro décadas los gobernantes vienen atentado contra el desarrollo de la ciencia. Quizá simplemente no saben qué hacer con los científicos en un país subdesarrollado, o probablemente seamos un país subdesarrollado porque no saben qué hacer con los científicos.
Nosotros somos becarios que queremos quedarnos a trabajar por el país, por ello no sólo estamos luchando por el ingreso a planta de CNEA, estamos convencidos de que se hace indispensable y urgente una política de crecimiento de la ciencia y la tecnología. Estamos esperando una oportunidad.
* Firman 88 becarios del Centro Atómico Constituyentes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).