Los problemas recientes relativos a la elección de un nuevo rector en la UBA son el aspecto visible de un complejo proceso de deterioro de la institución, que tienen su origen en la lógica de las políticas neoliberales de la década del ’90.

La democratización y la reforma del estatuto de la universidad son los temas centrales de la discusión actual y por los cuales la conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) impide que se lleve a cabo la asamblea que elija al nuevo rector de la universidad. A su vez, “las mayorías” de los claustros no muestran ningún interés en discutir estas cuestiones, porque a priori las propuestas recién mencionadas permitirían el inicio de un proceso contrario a la consolidación de las estructuras de poder y de políticas centradas en las prebendas y cambios de favores.

Lamentablemente, no se está discutiendo seriamente un proyecto de universidad, sino que este proceso se redujo desde un principio a la lucha por el “botín” y, a partir de actitudes sectarias o autoritarias plasmadas por distintos actores, subsumió a la UBA en un proceso de decadencia que se profundiza cada día.

Los que apoyamos las políticas y el proceso de transformación que viene llevando adelante el presidente Kirchner y lo volcamos a nuestro ámbito que es la política universitaria, entendemos que la universidad está obligada, para salir de esta situación, a ser un actor central del proceso de cambio para profundizar el debate de ideas y las políticas científicas y educativas que sí debate el resto de la comunidad educativa y la sociedad. Es evidente que la UBA, como tal, impulsa hoy un proyecto que resulta incompatible con las nuevas necesidades y demandas sociales, un proyecto cuyo fin es no incidir sobre las desigualdades educativas, sociales y económicas.

Hay que generar una nueva alternativa en la universidad, que obligue a pensar sobre otra lógica y secuencia de debate, que brinde respuestas a esta crisis, porque de lo contrario volverá a suceder lo que en nuestra historia vivimos repetidas veces: ante nuestra incapacidad de fortalecer nuestras posiciones, se terminará facilitando y generando el fortalecimiento del pensamiento más reaccionario.

* Agrupaciones Causa K y La Puiggrós, Espacio Causa Popular en el Frente para la Victoria.