Las cinco asambleas y otras tantas sesiones del Consejo Superior frustradas en la UBA entre abril y diciembre, al calor de la protesta de los estudiantes de la FUBA, así como la reciente elección de Rubén Hallú como rector, a los golpes y a las corridas en el Congreso, serán figuritas seguras en el álbum 2006 de la universidad argentina. El tiempo dirá si los acontecimientos alojados por la UBA alzaron el techo o bajaron el piso del debate en el sistema universitario, pero es seguro que relegaron la discusión propiamente académica y, además, opacaron diversos procesos, logros y conflictos desarrollados en otras casas de estudios.

Para 2007, la crisis de la UBA no resignará protagonismo, aunque se la intentará encauzar institucionalmente con el previsto debate por la reforma de los estatutos de la casa. La efímera y caótica asamblea que eligió al rector también abrió el proceso de reforma. El Consejo Superior de la universidad tendrá que reunirse en febrero para crear y poner en funciones a las comisiones temáticas encargadas de recibir y generar proyectos, con instancias abiertas a la participación pública y las propuestas elaboradas por especialistas. Uno de los principales asuntos a discutir será el de la representación política de los claustros (profesores, graduados y estudiantes) en el cogobierno, al que podrían incorporarse los trabajadores (ahora tienen voz pero no voto) y los docentes auxiliares (hoy entran junto a los graduados). En ese contexto, los estudiantes (no sólo la FUBA) reclamarán, como ya lo vienen haciendo, un aumento de las bancas destinadas a los alumnos. Y diversos sectores docentes impulsarán la conformación de un claustro único (profesores y auxiliares juntos) y una solución transitoria para los profesores interinos, actualmente excluidos del cogobierno. Pero no sólo eso. La estructura, la función y los contenidos del Ciclo Básico Común (CBC), la jubilación obligatoria de los profesores (establecida a los 65 años), la reelección indefinida del rector, así como la misión y los principios generales de la universidad estarán asimismo entre los nudos a desatar en un plazo ya fijado: el 1º de julio está convocada la asamblea para concretar las reformas que obtengan apoyo mayoritario.