Lun 19.01.2009

VERANO12

La Factory de Warhol por Goldsmith

› Por Barbara L. Goldsmith

En el nuevo estudio de Andy Warhol, “La Factoría”, Viva se apoyaba en la blanca pared encalada, mientras su ensortijado cabello rubio refulgía bajo los focos. Su cara angulosa y su delgado cuerpo hacían pensar en las viejas fotografías sepia, halladas en el arcón de una buhardilla, de las actrices de los primeros años treinta. Llevaba una chaqueta edwardiana de terciopelo, una blusa blanca acolchada y afilados pantalones negros.

–¿Estoy bien? –preguntó a Paul Morrisey, director técnico de Warhol.

–Igual que una estrella –respondió él con solennidad.

El cine underground había surgido de los áticos del Village para afincarse en las salas elegantes de la parte alta de la ciudad, como consecuencia, las estrellas cinematográficas del underground se habían revelado también. Viva, que había actuado en Bike Boys, The Nude Restaurant, y Tub Girl, era objeto de numerosas entrevistas y artículos en las revistas de actualidad, en los que aparecía descocada, hip y fascinante.

Women’s Wear Daily proclamaba: “Viva encarna a la moda... es la clase de persona que influye en la moda de hoy... Es una presencia. Los conceptos de Viva sobre la vida... los vestidos... son ante todo muy personales”. Se la comparaba con la Garbo y la Dietrich (The Village Voice), con Lucille Ball (Vogue), era una Rita Tushingham o una Lynn Redgrave americana (The New York Times)

El ascensor de La Factoría se abrió, dejando paso a un cargamento de miembros de la prensa y amigos, que habían sido invitados a una proyección de la última película de Viva, The Lonesome Cowboys. Casi de pronto Viva se vio rodeada de gente. Una chica bajita de pelo negro exclamó:

–Te vi hoy en la TV, Viva. Estuviste genial.

–Gracias, gracias –contestó Viva, tirando besos como una reina del cine–. Ahora sentaos y ved la película.

La película (que duraba alrededor de 200 minutos) era una demostración de la fórmula cinematográfica de Warhol. Resultaba ser una mezcla de homosexualidad, conversaciones, violación, conversaciones, travestismo, conversaciones, incesto homosexual, conversaciones, masturbación, conversaciones, seducción heterosexual, palabras, palabras, palabras y una orgía. Viva, la única mujer de la película, se encargaba, con toda naturalidad, del sexo heterosexual y servía de blanco a la violación.

Durante la violación, Viva tocó con el codo a un amigo y observó:

–Durante esta escena había unos cuarenta niños mirando. Todos los estudiantes de arte de las universidades vecinas vinieron y trajeron a sus chicos. Yo grité: “Estos niños se van a escandalizar de una manera terrible”. No me hubieras oído decir nada un minuto después –Viva se arqueó en un desorientado encogimiento de hombros–. Todos eran artistas y creyeron que se trataba de arte.

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