Sobrevivientes de un circo que ardi贸, los personajes de El Le贸n de la Metro peregrinan de pueblo en pueblo, intentando armar un show para no desfallecer por hambre. 鈥溌 la comida hay que gan谩rsela!鈥, grita el hombre, Le贸n, como si ese mandato y su desaforado grito menguara el desamparo en que se encuentra. Este Le贸n que ruge, queriendo ser tan famoso en el boxeo como el que acab贸 siendo un logo de las pel铆culas de la Metro, es un individuo en bata de pelea, pero en decadencia. Sue帽a tambi茅n con ser otro Le贸n, Trotsky, amado por la pintora Frida Kahlo. Esa es una de las razones que fuerza a la mujer de esta historia 鈥搇a partenaire y presentadora que lo califica de 鈥渃ampe贸n de peso minimosca de todos los tiempos鈥濃 a vestir adornada a la manera de la artista mexicana, s贸lo que su atuendo est谩 confeccionado con viejos retazos. Pero esa transformaci贸n pict贸rica no atrae a los lugare帽os. 驴Qu茅 tal entonces si cambiamos de traje? Las propuestas surgen invariablemente de la mujer, porque en ese deambular a d煤o ella es la que inventa y configura situaciones nuevas para entusiasmar a los habitantes de cada pueblo, prometi茅ndoles un espect谩culo de fuerza y coraje. Su convocatoria est谩 dirigida a los pobladores que quieran desafiar en un match de boxeo al aguerrido Le贸n (papel que asume Le贸n Iskovich, bailar铆n de tango formado con Rodolfo Dinzel y Carlos Rivarola). Puro deseo, claro, porque tiene que v茅rselas con la indiferencia de los lugare帽os, el inestable humor y los arranques autoritarios caracter铆sticos de su compa帽ero de ruta.
鈥溌o se deprima! A usted los recuerdos le sientan mal鈥, aconseja la mujer, personaje que 鈥搃nterpretado por Cecilia Hopkins, tambi茅n a cargo de la dramaturgia y la direcci贸n鈥 halla un lenguaje vital para cada escena, imprevisto en los apuntes c贸micos y en el uso de las canciones y los textos que le sugieren la literatura y el cine. Estos elementos, sumados al conocimiento de las t茅cnicas corporales aprendidas por Hopkins con maestros argentinos y extranjeros, tensan la acci贸n e ilustran las oposiciones entre uno y otro personaje. Acaso sin salida, la mujer acompa帽a al hombre hasta en sus devaneos, al punto de caminar en p煤blico rengueando como si fuera Frida. Pero, 驴sirve reiterar el enga帽o? 鈥溌os van a comer los piojos!鈥, anticipa la partenaire, cuyo respiro es idear mayores atractivos para el show y no desechar oportunidades. Para estos so帽adores en tiempos dif铆ciles, el dilema es salir de pobre.
A diferencia de sus espect谩culos anteriores, donde el texto y el canto eran, en general, grabados, Hopkins ofrece en directo texto y canto, combinando la exageraci贸n con el matiz y el humor con el desconcierto. Y todo esto para mostrar una realidad hecha de privaciones. El hombre tiene, al menos, 鈥渞ecuerdos de los buenos鈥; su personaje, en cambio, los fabrica, y no cree en el arte por el arte ni en las virtudes del est贸mago vac铆o. El problema 鈥搊 la suerte, seg煤n se mire鈥 es que nadie acepta el desaf铆o del boxeador, aun cuando la mujer invite luciendo un llamativo traje de 茅cuy猫re, rescatado del incendio por la amiga amazona del circo. El artilugio de las prendas salvadas del fuego colabora en el armado de las so帽adas y po茅ticas secuencias de baile y las que aluden a las rutinas circenses, bellamente ambientadas 鈥揷omo la totalidad de la obra鈥 por Daniel Fernando Mart铆nez (escen贸grafo y vestuarista) y Guillermo Merzari (iluminador).
En algunos aspectos, las escenas mencionadas se relacionan con los 煤ltimos trabajos de Hopkins en torno de los bailes populares y su manifestaci贸n teatral. Dedicada a la investigaci贸n en el campo de la Antropolog铆a Teatral, public贸 numerosos art铆culos y un volumen Tincunacu. Teatralidad y celebraci贸n popular en el Noroeste argentino, editado por el Instituto Nacional del Teatro. Realiz贸 cursos de entrenamiento en el Odin Teatret, de Eugenio Barba (en Dinamarca), y en la India, donde se especializ贸 en Kathakali, danza teatro y canto originarios del sur de la India, cuya t茅cnica incluye un lenguaje de gestos (de manos y movimiento de los ojos) que permite narrar historias. Estren贸 la experimental Lunario, en 1999 (conjunci贸n de texto, movimiento, sonido y gesto); Danzadelejos (2000); La reca铆da, de Julio Cardoso (2003); Milonga de-sierta (2005) y Gemma Suns (2009), sobre textos de Maxi Rodr铆guez y direcci贸n del espa帽ol Etelvino V谩zquez, estrenada en Espa帽a y repuesta en el Teatro del Abasto.
Invenciones y realidades se cruzan en este espect谩culo de quiebres existenciales que se destaca por la precisi贸n en el manejo del lenguaje y de las acciones, el humor que colorea las observaciones en torno de lo cotidiano e hist贸rico y el misterio no develado que alimenta las fabulaciones de la mujer y los ensue帽os del boxeador.
8-EL LEON DE LA METRO
Int茅rpretes: Cecilia Hopkins y Le贸n Iskovich.
Dise帽o de escenograf铆a y vestuario: Daniel Fernando Mart铆nez.
Realizaci贸n escenogr谩fica: Federico Barreiro.
Dise帽o de caballito: Daniel Dondero.
Espacio sonoro: Milena Machado.
Iluminaci贸n: Guillermo Merzari.
Dramaturgia y direcci贸n: Cecilia Hopkins.
Producci贸n: Fervor de Buenos Aires.
Lugar: Teatro del Abasto, Humahuaca 3549 (4865-0014), los jueves a las 21.
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