SEGUNDA FECHA
DEL QUILMES ROCK
Bandas: Bersuit, La Vela Puerca, Intoxicados, La Mancha de Rolando, Marea.
Lugar: Estadio Monumental, 4 de abril.
PĂşblico: 48 mil personas.
DuraciĂłn: 7 horas.
Era esperable. De alguna manera iba a aparecer. La sensaciĂłn flotaba en el ambiente. A pocos dĂas del lockout agropecuario que mantuvo en vilo a la sociedad y la partiĂł en dos como hace tiempo no ocurrĂa, una frase de Gustavo Cordera de Bersuit retumbĂł con fuerza en la segunda fecha del Quilmes Rock. “Hay que estar atentos a los resabios de fachistas y golpistas que saltan contra la democracia en cualquier momento. Esto sirviĂł para que vean que la gente no se confunde”, señalĂł en una implĂcita toma de posiciĂłn antilockout. Fue la Ăşnica menciĂłn al tema durante el show. Pero sirviĂł para darles actualidad a las clásicas arengas antipolĂticas de la Bersuit. Y tambiĂ©n para saber de quĂ© lado están parados. ÂżHabrĂa sido imaginable otra cosa? ÂżLa banda más “grasa” y maleducada del paĂs, casi los D’ElĂa del rock, avalando a quienes desde el micrĂłfono estigmatizaron la disputa entre “bárbaros y civilizados”, “piquetes negros y ciudadanos blancos”? DifĂcil. Si hay una banda que sufriĂł el desdĂ©n crĂtico, la nariz fruncida de parte de cierto buen gusto esnob, es justamente la Bersuit. Capaces de hacer hermosas canciones empapadas de cultura popular como “El viento trae una copla” o “Un pacto”. Pero tambiĂ©n de “groserĂas” como las nuevas –todas interpretadas el viernes en el Monumental– “Laten bolas” (con el campo envuelto en un pogo total), “El lechero” (con parodia en vivo de los servicios sexuales del Ădem) y la brillante y escatolĂłgica “De ahĂ soy yo” (con inclusiĂłn record de la palabra “mierda” para hablar con orgullo de Avellaneda). Y está bien. Porque tambiĂ©n de escoria está hecho lo popular. ÂżO quĂ© esperaban? ÂżQue el subalterno se expresara y se definiera a sĂ mismo como el refinado? Hay mucho de carnaval y feria medieval en Cordera y CĂa. De cuando el ciervo rompĂa momentáneamente lazos con el señor feudal y la Iglesia, y lo festejaba con parodias, brotes humorĂsticos y excesos. En ese sentido, recuperar aquella libertad y goce popular –en los tĂ©rminos en que fueron concebidos– seguramente sea la mayor virtud de la Bersuit.
Anteayer, y ante casi 48 mil personas que colmaron River, esa virtud se hizo presente una vez más con –como es usual en estos casos– una verdadera artillerĂa de hits. Obviamente no faltaron “El viejo de arriba”, “La argentinidad al palo” (con citas a la revista Barcelona y titulares renovados, por ejemplo: “La alegrĂa no es sĂłlo brasilera. La cerveza Quilmes tambiĂ©n”), “Se viene” o “La bolsa”. Pero tampoco viejas gemas como “Tuyú” (bailecito Hare Krishna incluido) y la adorable “Venganza de los muertos pobres”, que contentaron a los más acĂ©rrimos.
Mucho antes, y con bastante menos pĂşblico, la segunda fecha del Quilmes habĂa comenzado con el hard rock de los españoles de Marea. Y con un set corto, aunque efectivo, de La Mancha de Rolando (“Ese tren”, “Arde” y un muy buen cover de “Alta suciedad” de AndrĂ©s Calamaro). Para cuando apareciĂł Intoxicados, River ya estaba más lleno y pudo contemplar los vaivenes del Pity: pobre a la hora de cantar y desplegar un show escĂ©nico, pero rico cuando lograba sobreponerse y encarar con la fuerza que le quedaba la adrenalina que conlleva todo rocanrol (por ejemplo en la zeppeliana “Quieren Rock” o en “The Trooper” de Iron Maiden). “El rock puede ser blanco o negro. Y hoy es negro”, soltĂł cuando presentĂł al Negro GarcĂa Lopez (histĂłrico guitarrista de Charly GarcĂa en los ’80). Y el Negro obviamente la descosiĂł. Más tarde, y ya de noche, llegĂł La Vela Puerca, que puede decirse que prácticamente fue local (evidente la sintonĂa entre el pĂşblico bersuitero y el de La Vela). Hace rato afianzados en el paĂs, los uruguayos comandados por Sebastián Teysera desplegaron casi una hora y media de su ska de lĂrica emocional y dicciĂłn rioplatense. Al principio, con casi todos temas de El impulso, su Ăşltimo disco (“El señor”. “Me pierdo”, “Frágil”, “Clones”). Pero en seguida, con sus inconfundibles canciones de arenga agridulce como “De atar” y “Zafar”. MenciĂłn especial para “El regtest”: el cover de Sumo que Teysera encarĂł sĂłlo con su guitarra (como corresponde). Si bien ya es un clásico de sus set acĂşsticos (junto a “Mi semilla”, a puro violĂn), fue gratificante ver cĂłmo la mayorĂa del Monumental cantaba con emociĂłn esa letra rota alguna vez escrita por Luca Prodan.
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