Imprimir|Regresar a la nota
Desde hace por lo menos una d茅cada, las mujeres dramaturgas empezaron a ser reconocidas en la Argentina. Un grupo de autoras y directoras teatrales, que por lo general ronda entre los 30 y 40 a帽os, se hizo un lugar con obras originales y un aporte novedoso y personal. Esta generaci贸n de dramaturgas comparte la 茅poca, el talento y la oportunidad de abrirse paso en el universo del teatro, pero cada una tiene su visi贸n individual de c贸mo una mujer encara un texto y el trayecto a la representaci贸n esc茅nica, algunas desde una convencida mirada de g茅nero y otras con una visi贸n art铆stica que prefiere pararse en otro lugar. 鈥淢i mirada es indefectiblemente de g茅nero. Soy mujer y padezco serlo, adem谩s de lo feliz que me hace serlo. A veces pienso que el mundo est谩 acostumbrado a ser relatado, recordado e historizado por hombres. Entonces son muchos a帽os de ventaja鈥, asegura Maruja Bustamante, que dirigi贸 Trabajo para lobos y Paran谩 Por谩, dos obras suyas que abordan la maternidad con crudeza y humor. No hay solemnidad ni preconceptos repetidos, sus textos plantean experiencias desde el grotesco y el drama.
Lola Arias es la autora y directora de Mi vida despu茅s, una obra de teatro documental que llev贸 a escena historias reales relacionadas con la 煤ltima dictadura militar. 鈥淢i generaci贸n de artistas mujeres est谩 harta de hablar de cuestiones de g茅nero, piensa que el feminismo es algo de los 鈥70, un discurso de nuestras madres que est谩 en desuso. Pero a la vez seguimos siendo una minor铆a鈥, dice.
Agustina Gatto considera que la mirada de la mujer es un asunto cultural, pero tambi茅n t茅cnico: 鈥淧ara tratar algunos temas que a煤n son espinosos, como lo es la cuesti贸n de g茅nero, es muy efectivo alejarse en el tiempo, ya que una puede mostrar ciertas cosas de un modo muy fuerte porque el espectador no las rechaza, dice 鈥榚so pasaba hace mucho鈥, pero cuando lo atrapaste empieza a decir 鈥榤omento, esto sigue pasando鈥欌. Agustina es autora de Los expulsados, Ifigenia, Buscado, Revelaci贸n y Rodeo.
Marina Jurberg escribi贸 y dirigi贸 La frontera, una obra que habla sobre el miedo a crecer. Para ella, 鈥渟i uno piensa en la cantidad de mujeres que escrib铆an teatro dos o tres generaciones atr谩s y las que escriben ahora, sin duda se ven movimientos. Pero tambi茅n es verdad que hay una relaci贸n por lo menos notable con la cantidad de mujeres que hay en los talleres, casi siempre mayor铆a de mujeres como alumnas, produciendo鈥. Tambi茅n cree que hay una diferencia cl谩sica en el contenido de los textos. 鈥淓s dif铆cil en los textos cl谩sicos encontrar personajes femeninos que sean portadores de la acci贸n dram谩tica: las mujeres suelen ser malas o padecer. Electra, Macbeth: son mujeres no activas, que 鈥榤andan a hacer鈥 a otros. Aunque en el teatro actual esto pueda estar corrido, es importante pensar en c贸mo la hegemon铆a de una mirada atenta sobre todo contra la riqueza de la diferencia y que eso est谩 en nuestra historia, en la historia de las mujeres escritoras, pero tambi茅n en la historia del teatro鈥, sostiene.
Otra dramaturga que est谩 intentando ganar espacio en la escena es Fiorella De Giacomi, que dirigi贸 El mal de Evora. 鈥淢i mirada del mundo y del teatro es l贸gicamente una mirada femenina, pero el arte para lograr conservar la libertad de su autor o autora nunca deber铆a volverse herramienta directa de cierta necesidad espec铆fica. Lo que aparece en mis obras es un juego de humor de ciertos lugares comunes del g茅nero. Los roles mutan o se deforman鈥, considera.
Lola Arias con Mi vida despu茅s expres贸 la necesidad de contar desde un punto de vista personal los 煤ltimos a帽os de gobierno militar en la Argentina, era una obra en movimiento, que dialogaba con el pasado al poner de manifiesto las historias de los padres de los personajes, involucrados con la resistencia, y tambi茅n con el presente, porque se iba modificando con los acontecimientos actuales, en ese lugar donde se cruzan la vida p煤blica y la vida privada. Este a帽o llev贸 la misma idea a Chile, para relatar la dictadura de Augusto Pinochet en El a帽o en que nac铆. 鈥淵o hice Mi vida despu茅s y El a帽o en que nac铆 porque me interesa c贸mo mi generaci贸n cuenta la historia de la generaci贸n de sus padres, c贸mo el pasado se transforma en ficci贸n. Creo que separar teatro documental y ficcional no sirve para pensar lo que se hace ahora. El teatro que yo hago, y que muchas otras personas hacen, trabaja en la frontera de la ficci贸n y lo real. Si ese teatro tiene una cierta resonancia, ahora creo que es porque hay un deseo de que el teatro deje de ser un museo de decorados, grandes actores y grandes gestos, y se convierta en una plataforma de ideas, discusiones, experiencias鈥, explica.
Maruja Bustamante admite que sus creaciones abordan el universo femenino: 鈥淐reo que en cada obra voy autoconoci茅ndome, indag谩ndome y reconociendo qu茅 es ser mujer y c贸mo sobrellevarlo. Pienso en la libertad, la fuerza y la valent铆a que nos caracteriza. Pienso en la mujer valiente que toma decisiones y lleva adelante enormes empresas. Y tambi茅n pienso en la que se equivoca sin culpa porque se hace cargo de lo que eligi贸 en su camino鈥. Adem谩s de escribir y dirigir sus propias obras, es actriz de televisi贸n en el programa Tiempos compulsivos. 鈥淗ago teatro desde los 8 a帽os y siempre quise ser actriz; despu茅s descubr铆 que tambi茅n pod铆a contar mis historias y hoy pienso que todo me es posible s贸lo si me lo propongo. La televisi贸n me dio una fuerte y clara noci贸n de lo que es profesionalizarse. El teatro, mis obras y mis proyectos son mi tesoro鈥, asegura.
Rodeo, la 煤ltima obra de Agustina Gatto, trata de un mon贸logo acerca de un cowboy ubicado en la pampa argentina a finales del siglo XIX. 鈥淟a mirada que ten铆a el personaje sobre las mujeres era realmente cruel. Tambi茅n lo era su v铆nculo con los negros, los abor铆genes, los gauchos鈥, dice y reflexiona sobre su generaci贸n de dramaturgas: 鈥淣o estamos discutiendo con otros sino que hay una mirada muy hacia adentro y de ah铆 salen cosas bien personales. La intenci贸n principal es privada, no tiene que ver con mirar el afuera鈥.
La incertidumbre fue otra obra dirigida por Fiorella De Giacomi: 鈥淓n mis obras, los roles protag贸nicos y los papeles m谩s fuertes est谩n representados generalmente por mujeres. Pero quiz谩s esto no sea siquiera una elecci贸n sino un dejarme habitar y ser hablada por mis personajes, por mis femmes fatales, por mis vecinas brutas o brutales, por mis enemigas fan谩ticas o por mis amadas abuelas sobrias o borrachas鈥.
Marina Jurberg, que tambi茅n se refiere al mundo femenino en sus obras, afirma: 鈥淟a imagen que gener贸 el punto de partida de La frontera fue la de dos adolescentes gitanas que cos铆an y cantaban. No hab铆a un enfrentamiento sino un encuentro. Y esa imagen fue muy potente y estuvo desde el principio de la escritura, encriptada, conteniendo todo lo dem谩s. Creo que, en particular, en La frontera la pregunta gira justamente en torno de modos de ser del poder femenino, o de la fuerza de las dos protagonistas鈥.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.