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Villa Devoto anda de debate porque volvi贸 a las andadas un proyecto ya a帽ejo, de tanto rebotar por las comisiones, de la ex diputada porte帽a Teresa de Anchorena, que busca ampliar el Area de Protecci贸n Hist贸rica del barrio. Devoto, como puede apreciar quien lo visite, es un barrio particularmente hermoso, verde, ajardinado y bien construido, un momento feliz de esta Buenos Aires construida tan a los ponchazos. Su plaza Arenales es un atractor de fin de semana, un paseo de gentes de otros barrios que van a comer y disfrutarla. Y que luego caminan por la zona y se asombran de las casas que ven y de lo que debe ser una de las bibliotecas p煤blicas m谩s encantadoras jam谩s erigidas por los argentinos.
Todo esto est谩 en peligro porque los especuladores inmobiliarios se fijaron en el barrio y lo est谩n presionando. En este caso, por las zonificaciones del lugar, la cosa tiene hasta un punto de originalidad, porque no se trata de la barbarie tonta de llenar todo de torres. En el entorno de la estaci贸n 鈥損or alguna raz贸n irracional, las estaciones tienen siempre alturas exageradas鈥 s铆 se puede tapar el cielo y arruinar la vida com煤n con torres. Pero avanzando en el barrio no, con lo que la especulaci贸n se adapt贸 a demoler casas de gran belleza para hacer 鈥渕initorres鈥 de tres pisitos, caros, 鈥渞esidenciales鈥 y con la 铆nfima materialidad de todo lo que se hace hoy.
La batalla se vio en estos d铆as en la audiencia p煤blica en la Legislatura, donde se enfrentaron dos bloques que se identifican como 鈥渧ecinos鈥, uno con raz贸n y otro m谩s fallutamente. El primero es el de gentes que viven en Devoto y quieren que su barrio no pierda su perfil y su grato cielo. Son los que no s贸lo apoyan la expansi贸n del APH sino tambi茅n una baja de alturas m谩ximas, de 14,50 metros a 12, con un retiro de frente de tres a cinco metros. Esto, en el peculiar arquitectur茅s en que fue escrito el c贸digo para que s贸lo lo entiendan los 鈥渆xpertos鈥, se llama pasar de una zonficaci贸n E3 a una R2bII.
El segundo grupo es llamativamente empresarial, aunque se autotitula vecinal. Tan empresarial es, que llev贸 a la Legislatura una claque de obreros que aplaud铆an las ponencias de su bando, aunque se percib铆a que no las entend铆an del todo o no les importaba demasiado. Este grupo de arquitectos, constructores e inmobiliarios sabe perfectamente qu茅 significa eso de pasar a una R2bII: una baja del cuarenta por ciento en la superficie posible a construir. O sea un pecado, un atentado a la libertad de especulaci贸n.
El costo de la construcci贸n aument贸, en d贸lares, un treinta por ciento en los 煤ltimos cuatro a帽os, pero el de los terrenos aument贸 un cuarenta, lo que explica la penosa hambre de las inmobiliarias por fomentar estos procesos de demolici贸n constante. Cuando se bajan las alturas, las casas son las que valen, lo que hace que sus due帽os las cuiden y que se vendan a personas que de hecho quieren vivir en ellas. Este c铆rculo virtuoso mejora el espacio com煤n y crea lugares, justamente, como Devoto. Cuando se suben las alturas, las casas pasan a ser algo a demoler, una pila de escombros que todav铆a nadie removi贸, porque lo que vale es el lote. Esto hace al descaso general a lo que est谩 ah铆 pero no deber铆a: 驴para qu茅 cuidar una casa que ser谩 transformada en un departamento de varios pisos?
En la audiencia se escucharon muchas tonteras, muchas verdades y algunas mentiras, como la del bando demoledor que afirm贸 que en ninguna parte de la ciudad se baj贸 tanto la altura m谩xima. Parece que los profesionales nunca fueron a Caballito Sur o aunque sea a la vecina Floresta, donde la altura en y cerca del APH es de apenas nueve metros. El nivel de negocio fue tan abierto, que algunos de los presentes en la audiencia la siguieron en el caf茅 de los Cabildos, por tel茅fono, y convocando a la Uni贸n de Comerciantes del barrio para protestar contra la ley.
Las fotos que acompa帽an esta nota, compiladas por Daniel De Bella, dan un ejemplo del tipo de edificios que puede perder esta ciudad si los especuladores de Devoto la ganan.
Los vecinos de Recoleta est谩n por festejarle el cumplea帽os a la linda farola que se alza en su plaza, frente al monumento al intendente Anchorena y donde nace en una curva la avenida Alvear. La fiesta ser谩 porque ya hace un a帽o largo se rompi贸 鈥搊 alg煤n v谩ndalo se sinti贸 alguien鈥 el globo de vidrio que la corona y nadie vino a cambiarlo. Esto es bastante incomprensible, porque justo ese sector de la plaza recibi贸 atenciones de la Divisi贸n Mal Gusto P煤blico del gobierno macrista, que nivel贸 la calzada con la vereda, puso bolardos de metal y hasta agreg贸 farolitos chinos pareados con las farolas cl谩sicas. Esto 煤ltimo es realmente curioso, porque ponerlas unas al lado de las otras es una exageraci贸n y un desperdicio que invita a comparar criterios est茅ticos de gestiones de anta帽o con la actual.
Pero ni as铆, ni para completar su propia obra se les ocurri贸 hacer algo de mantenimiento. Bajando por Alvear, que el macrismo vende como parte del paquete tur铆stico de la ciudad, se pueden ver otros globos faltantes, en parte o en todo, baches diversos y otras tonter铆as de f谩cil reparaci贸n. Todo esto exige una pregunta: los funcionarios, 驴nunca recorren su ciudad?
En la ciudad de Nueva York hay una ONG que se llama Center for an Urban Future, el Centro por un Futuro Urbano, que se dedica a estudiar con gran seriedad la realidad urbana y a recomendar soluciones e iniciativas. Este centro se lleva mejor o peor con el intendente de turno, pero su mandato autoimpuesto es el de estudiar, generar informaci贸n y mantener el di谩logo abierto. Para darse una idea de la potencia de concentrarse en estudiar la ciudad, basta ver el informe que publicaron esta semana sobre la a帽osa infraestructura de la capital mental de los Estados Unidos.
El informe tiene 64 p谩ginas y se llama Caution Ahead, que es la expresi贸n que llevan los carteles que avisan que hay obras en la calle 鈥撯淐uidado Adelante鈥濃 y puede leerse completo en www.nycfuture.org. Es de morir de envidia, sobre todo considerando la transparencia con que las empresas (privadas) de infraestructura 鈥揼as, luz, agua, tel茅fonos鈥 y el mismo gobierno local comparten sus n煤meros y datos. El informe disfruta adem谩s de algo que los porte帽os no podemos ni so帽ar, los estudios a futuro de la municipalidad neoyorquina, que trabaja priorizando de un modo incompatible con eso de que el jefe se luzca para ser presidente.
As铆, uno se entera de que reemplazar o reparar la infraestructura completa de la ciudad, incluyendo bacheo y puentes, costar铆a 47.300 millones de d贸lares y que a la ciudad le faltan nada menos que 34.200 de esos millones, con el resto programable a cinco a帽os, con suerte. Nada inocentemente, el informe avisa desde el vamos que parte de la crisis son tormentones como Sandy, pero que el contexto profundo es que la construcci贸n aument贸 en Nueva York un 53 por ciento desde 2000. Luego viene un an谩lisis de la vejez de la infraestructura por sectores, lo que permite empezar a marcar prioridades. El subte es lo m谩s viejo que hay, con noventa a帽os promedio, seguido por las cloacas maestras, de 84. Los puentes tienen 63 a帽os promedio, las escuelas 66, los hospitales p煤blicos 57, los ca帽os de gas maestros 56. El estudio hasta toca un tema olvidad铆simo por nuestro administrador jefe, el de los hogares para desvalidos y homeless, que en promedio tienen setenta a帽os de uso.
Luego vienen las primeras alertas de uso, avisando que un treinta por ciento de las calles neoyorquinas est谩n rotas o apenas pasables, que el 37 por ciento de las se帽ales internas del subte son obsoletas y deber铆an cambiarse y que el 60 por ciento de las ca帽er铆as de gas de la ciudad son de acero o hierro dulce, materiales ya peligrosos que tienden a filtrar (y la explosi贸n de esta semana en Harlem confirma la urgencia de esto). El tema puentes es notable, con 47 en toda la ciudad en estado cr铆tico o altamente deficiente y con un tr谩nsito que llega a tres millones de coches por d铆a.
Esto es, claro, un breve resumen de las p谩ginas y p谩ginas de informaci贸n en las que se dice hasta qu茅 formaciones en qu茅 l铆nea de subtes llevan m谩s pasajeros a qu茅 hora, cu谩ntos ca帽os de agua se reemplazan por a帽o y cu谩ntos habr铆a que cambiar (40 kil贸metros y 120 kil贸metros, respectivamente), cu谩ntas escuelas tienen m谩s de cien a帽os 鈥170鈥 y cu谩ntas son nuevas 鈥108鈥, cu谩ntos hogares para sin techo habr铆a que construir y muchos datos m谩s. Pero lo m谩s impresionante es el cap铆tulo dedicado a las cuentas de la ciudad, donde se dice cu谩nto hay, cu谩nto se gasta, cu谩nto se recibe del gobierno nacional y cu谩nto anda faltando para las necesidades p煤blicas.
Este nivel de apertura es dif铆cil de imaginar por estos lares. Y eso que Nueva York es una buena comparaci贸n, porque es una ciudad fundamentalmente corrupta: como sabe quien prest贸 atenci贸n viendo a Los Soprano, la mafia se dedica al negocio de la basura y de la construcci贸n...
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