"Canto, rÃo y sueño en zapoteco", dice Natalia Toledo, la poetisa mexicana que participará de la jornada de apertura del XIV Festival Internacional de PoesÃa de Rosario. En una actividad de extensión titulada "La importancia de la lengua y la cultura propia en la expresión poética" que se desarrollará hoy, a partir de las 19.30, en Icaro Artes (1º de Mayo 1117), Toledo dialogará con los asistentes sobre su trabajo y leerá algunos poemas de su vasta producción, escrita mayormente en su lengua materna: el zapoteco.
Nacida en Juchitán, Oaxaca, en 1967, Natalia es hija de Francisco Toledo, sin duda el pintor vivo más importante de su paÃs, autor entre otras obras, de las maravillosas imágenes que ilustraron el Manual de ZoologÃa Fantástica, de Jorge Luis Borges. Pero sin renegar de la estrella paterna --su más reciente y laureado libro, Guendaguti ñee sisi (La muerte pies ligeros) está ilustrado por él-- Natalia se ha ganado fama en su paÃs por mérito propio. Y largamente. En 2004 su trabajo Guie' yaase' (Olivo negro) obtuvo el máximo galardón con el México premia a sus letras: el Nezahualcóyotl de Literatura.
"Me gusta lo desconocido", dice Toledo en diálogo con Rosario/12 a propósito de ésta, su primera visita a la ciudad. "Me gusta sorprender y que mi trabajo y yo seamos un signo de interrogación para el público de Rosario. Ya les hablaré de la cultura zapoteca, ya escucharán su melodÃa".
--¿Cuáles son los temas fundamentales en su poesÃa?
--Pienso que mi poesÃa es Ãntima, personal. Sin embargo nadie es completamente Ãntimo ni personal; nadie es ajeno al mundo y a su comunidad. Pero si tuviera que definirla temáticamente dirÃa que mi poesÃa tiene mucho que ver con mi infancia en Juchitán, que es donde nacà y vivà hasta los ocho años. Y aunque desde entonces (ahora tengo 38) vivo en el DF, esos recuerdos son muy fuertes. Por eso siempre he tenido necesidad de volver ahÃ, a mis raÃces. Y escribir sobre eso es un poco ir allÃ; volver a esos lugares a través de la palabra. Sin embargo, en esos viajes a veces onÃricos, a veces reales, también hay crÃtica. Hablo de lo que significa vivir en un lugar con un idioma distinto, con una forma de comer, de curar, de festejar, distinta. Juchitán es mi paraÃso perdido, el paraÃso de la niña que fui.
--Naturalmente la poesÃa tiene un público acotado, ¿no cree que al escribir en zapoteco lo estrecha aún más?
--Al contrario, lo multiplico. Todos los escritores de lenguas indÃgenas en México escribimos en forma bilingüe. Gracias a eso nos lee la gente que habla español, pero también los que hablan únicamente zapoteco, que son más de un millón en mi paÃs. Quizá por que suena exótico, quizá por empatÃa con la causa indÃgena, la cuestión es que nuestro trabajo tiene buena repercusión, y no sólo en México. Los pueblos originarios son el corazón de mi paÃs, y creo que la reivindicación de nuestras raÃces, para un paÃs que vive tan cerca de una potencia que como los Estados Unidos, siempre quieren imponer su personalidad a las naciones más pequeñas, nos hace más fuertes.
--En este sentido, ¿qué rol le adjudica a los intelectuales?
--Creo que en la tarea de convencer acerca de la importancia de la reivindicación de estas banderas, a los poetas indÃgenas nos corresponde procurarnos una calidad en lo que hacemos. Somos nosotros quienes debemos demostrar que hay ahà una voz genuina, una cultura real y profunda.
Amén de la presentación de Natalia Toledo, el programa de este primer dÃa del FIPR comenzará a las 17, en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (San MartÃn 1080) con el acto de apertura y un homenaje a César Fernández Moreno, a quien está dedicado el encuentro. Luego, a partir de las 19.30 habrá mesas de lectura.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.