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En el a帽o 1948, la Organizaci贸n de las Naciones Unidas (ONU) proclam贸 la Declaraci贸n Universal de los Derechos Humanos, por la cual estableci贸 que todas las personas nacen libres e iguales, independientemente de su condici贸n, sexo, raza, religi贸n u opini贸n pol铆tica. As铆, los derechos humanos quedaron instituidos como atributos fundamentales de la dignidad humana.
Fundamentalmente, se conden贸 a ideolog铆as como el nazismo y el fascismo, profundamente antidemocr谩ticas y esencialmente violatorias de los derechos humanos. Fue el comienzo de la edificaci贸n de un nuevo tiempo para los pa铆ses centrales, empe帽ados en dejar atr谩s las causas y las secuelas del conflicto b茅lico m谩s sangriento que sufriera jam谩s la humanidad, la Segunda Guerra Mundial.
Luego, la implementaci贸n de pol铆ticas neoliberales y la globalizaci贸n de la econom铆a mundial -tras la desaparici贸n del mundo bipolar y con la hegemon铆a excluyente de los EEUU- profundiz贸 la violaci贸n de otros derechos humanos tambi茅n reconocidos por Declaraciones de la ONU.
En Latinoam茅rica, en la 煤ltima parte del siglo XX se implement贸 un modelo econ贸mico de concentraci贸n de la riqueza. Eso fue posible a partir de la instauraci贸n de dictaduras militares que practicaron el Terrorismo de Estado, engendrado en la Doctrina de la Seguridad Nacional, dise帽ada por los EEUU. En la Argentina, ese proceso comenz贸 a partir de 1976, con una salvaje represi贸n sin precedentes en nuestro pa铆s; que redundaron en tambi茅n in茅ditos niveles de exclusi贸n social, pobreza e indigencia, que todav铆a se padecen.
Mientras tanto, pese a las marchas y contramarchas que contin煤an hasta nuestros d铆as, en todo momento se luch贸 por la plena vigencia de los DDHH. Con la restauraci贸n democr谩tica recobr贸 fuerza el deber c铆vico de bregar por justicia contra los responsables de los peores delitos de lesa humanidad. Pero la condena a las Juntas Militares, sobrevino el indulto a los genocidas. Y a los juicios contra los responsables de torturas, asesinatos, desaparici贸n forzada de personas, robos de beb茅s, le siguieron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Sin embargo, la memoria y la participaci贸n popular confluy贸 en la sanci贸n de la Ley 25.779, por la cual el Congreso de la Naci贸n Argentina declar贸 la nulidad de aquellas, coronada con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que declar贸 la inconstitucionalidad de las leyes de impunidad.
En la historia reciente, hubo hechos que afianzaron el principio de justicia: mientras los tribunales reactivan las causas contra los responsables de las violaciones sistem谩ticas de los derechos humanos, efectuadas durante la dictadura, la C谩mara de Diputados de la Naci贸n impidi贸 la incorporaci贸n en su seno democr谩tico de Antonio Bussi y Luis Patti, sentando las bases para "que en el Parlamento argentino nunca m谩s se siente en una de sus bancas ning煤n genocida"; m谩xima del profesor Alfredo Bravo que toda instituci贸n democr谩tica debe seguir.
Queda por obtener del Poder Judicial la declaraci贸n de inconstitucionalidad de los decretos de indultos firmados por Menem, atento a la imprescriptibilidad de los delitos cometidos durante la dictadura militar.
Otro hecho afecta la plena vigencia de los DDHH. Desde el 18 de septiembre del 2006 se encuentra desaparecido Jorge Julio L贸pez, testigo clave en uno de los procesos m谩s trascendentes, el que determin贸 la condena de Miguel Etchecolatz. El Estado debe imperiosamente poner todos sus recursos para esclarecerlo, so pena de ver convertida en realidad la circunstancia por casi nadie deseada: encontrarnos frente a un caso de desaparici贸n forzada de persona en plena democracia.
En un plano m谩s general, la vigencia irrestricta de los Derechos Humanos incluye la protecci贸n del trabajo, del acceso a la salud, a la educaci贸n y a una vida digna para nuestro pueblo. Defender ello nos enfrenta con el modelo de concepciones retr贸gradas que imper贸 en los a帽os `90 pero a煤n sigue vigente.
En definitiva, la lucha por la plena vigencia de los derechos humanos conlleva la b煤squeda de la verdad, la justicia y el castigo a todos los que cometieron delitos contra la humanidad. E implica, a nivel social y econ贸mico, la construcci贸n de una sociedad m谩s igualitaria
*Diputado Nacional por Santa Fe, Vicepresidente del Bloque del Partido Socialista.
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