El s谩bado se realizar谩 una fiesta de disfraces en El Castillo, una antigua casona ubicada en la zona rural de la ciudad de Funes, casi en el l铆mite con Ibarlucea. El lugar est谩 sospechado de haber sido, durante los a帽os de la 煤ltima dictadura, un centro clandestino de detenci贸n. Los organizadores del festejo repartieron volantes por distintos sectores de la vecina localidad comunicando la celebraci贸n. En los panfletos de la convocatoria, se anuncia una "gran inauguraci贸n" en un "lugar esclusivo" (as铆, con s). Prometen "diversi贸n asegurada" y s贸lo podr谩n ingresar personas mayores de edad. Abrir谩n las puertas ("open doors") a la medianoche.
En el volante, figura el logo de una reconocida marca de cerveza y escrito en birome de color rojo y en sentido vertical, se aclara que la entrada para los caballeros tiene un valor de diez pesos. Se fija, adem谩s, un n煤mero de tel茅fono de celular para efectuar cualquier "contacto". En el sector inferior, a trav茅s de un peque帽o plano, se indica "c贸mo llegar" a la casa.
La organizadora es una joven llamada Gisela, qui茅n aclar贸 que la celebraci贸n responde al festejo de su cumplea帽os. No obstante, y a ra铆z de que en Funes no hay locales bailables no descart贸 la posibilidad de "seguir" con las fiestas. "Vamos a ver c贸mo se porta la gente", explic贸. Desde hace ocho a帽os trabaja como casera en El Castillo y el due帽o de la propiedad, Mateo Provenzano, fue quien le prest贸 el lugar para efectuar la "gran inauguraci贸n". Durante la noche del s谩bado, la casa "va a estar cerrada". S贸lo se utilizar谩 el patio y el terreno, asever贸.
Al cobrar entrada, la fiesta se convirti贸 en un espect谩culo p煤blico, por lo que se deber铆a haber pedido permiso ante el Departamento de Comercio de la Municipalidad de Funes para concretar el festejo. Sin embargo, los inspectores comunales se enteraron del evento de la misma manera que muchos otros j贸venes de la ciudad: por medio de los panfletos.
El lunes se envi贸 un acta de apercibimiento a la casona y ma帽ana (viernes) se entrega una notificaci贸n en el domicilio de Provenzano, en Rosario, pidiendo que se abstenga de realizar la fiesta porque no se hab铆an presentado los permisos correspondientes. Como los inspectores no tuvieron respuesta, le dieron intervenci贸n a la Secretaria de Gobierno, Ver贸nica Rippa. La funcionaria notific贸 a la seccional local de que la fiesta no cuenta con el aval del municipio.
Pablo Villanueva, miembro de la Comisi贸n de la Memoria de Funes, consider贸 que "es bastante t茅trico" que se realice una fiesta de disfraces "en un lugar donde hay severas sospechas de que haya sido un centro clandestino de detenci贸n".
Villanueva se mostr贸 molesto con los funcionarios pol铆ticos de Funes porque no han condenado la existencia de centros clandestinos de detenci贸n en la ciudad. "Si no hay por parte del gobierno y los concejales de Funes una decisi贸n pol铆tica de poner una placa recordatoria en la Quinta de Funes, donde se mat贸 y tortur贸 gente, mucho menos se va a hacer en un lugar que todav铆a est谩 supuesto y no hay una certeza de que haya sido", cuestion贸.
A su vez, Provenzano, que adquiri贸 El Castillo en 1989, neg贸 todas las sospechas que recaen sobre la casona y adelant贸 que tiene pensado convertirlo en un centro deportivo con canchas de f煤tbol.
En cambio, Nadia Schujman, abogada de la agrupaci贸n H.I.J.O.S. Rosario y representante de los querellantes de la causa Guerrieri Amelong, se帽al贸 que El Castillo "no est谩 reconocido por ning煤n testimonio y no hay elementos que confirmen" que fue un centro clandestino. "El 煤nico que en un primer momento reconoci贸 ese lugar fue Rafael Bielsa, pero despu茅s, en el juicio oral de Guerrieri y Amelong, reconoci贸 haber estado en La Calamita", record贸.
De todos modos, Schujman afirm贸 que cuentan con la "sospecha" de que haya sido un centro clandestino. "Hay una cosa instalada entre los vecinos del lugar que lo fue. Yo no ir铆a a una fiesta a ese lugar, pero tampoco escarchar铆a al que la hace", concluy贸.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.