La línea H de subtes debía estar terminada en agosto de 2006. En el contrato original, la empresa constructora sería obligada a pagar una multa diaria si no cumplía los tiempos fijados. Por supuesto que ninguna multa se pagó, y al llegar a la estación Parque Patricios y luego a Hospitales, la nueva empresa puso la misma excusa que ahora pone para Pompeya: “Son tierras cenagosas, y las napas están en la superficie”. La realidad es que desde un comienzo (gobierno de Fernando de la Rúa en la Ciudad), la intención fue hacer primero el tramo de Once hacia el norte. Gracias a una audiencia pública, donde los vecinos del Sur lograron torcerle el brazo a don Fernando, se comenzó en esa dirección. Hoy todavía siguen poniendo excusas para demorar la construcción hacia nuestros barrios. Quienes construyeron el túnel subfluvial o el del Canal de la Mancha no creo que se hubiesen sentido orgullosos de sus “colegas” de Techint-Dycasa.

Rafael Méndez

DNI 13.237.215