Aunque sin tantas urgencias como su tradicional rival, River también prepara a conciencia su próximo compromiso por la Copa Libertadores, mañana ante la Universidad Católica, equipo al que derrotó como visitante dos semanas atrás. El entrenador Diego Simeone no aprovechó el entrenamiento de ayer para parar equipo alguno, pero las especulaciones sobre la posible formación rondaron la práctica. El técnico sigue dudando, como parece haberse hecho costumbre, entre Gerlo y Ferrari para ocupar el lateral derecho. Con Alexis Sánchez integrando la selección de Chile y Ortega lesionado, la línea de volantes creativos se armaría con Rosales, Falcao y Buonanotte, con Abreu bien de punta. Ponzio y Ahumada volverían a ocupar los lugares de los volantes centrales, mientras que el resto de la defensa no presentaría modificaciones, con Cabral, Tuzzio y Villagra, más Carrizo en el arco. “De locales siempre hay que hacerse fuertes en la Copa. Lo estamos haciendo de la mejor manera y sumar siempre viene bien. Sabemos que el torneo es muy difícil y por eso hay que ir partido por partido”, destacó Leonardo Ponzio. “La Católica va a hacer su juego y tendrá que salir a buscar el partido, esperemos que se nos abran los espacios para sacar un buen resultado”, remarcó. “Las cosas dicen que Boca es el último campeón de la Libertadores, entonces nosotros tenemos que tomarlo con mucha más responsabilidad. Tenemos que volver a los primeros planos porque esto es River. Nosotros estamos haciendo un trabajo de menor a mayor, pero todavía falta mucho”, opinó.