Alrededor de 350 de los 46 mil hinchas autoconvocados en las redes sociales se congregaron en la esquina de Viamonte y Uruguay, a metros del edificio de la AFA, resguardado por vallas y policías, un día después de que el titular del organismo, el vapuleado Julio Grondona, anunciara la suspensión del tratamiento del proyecto de creación de un nuevo torneo superior en el fútbol argentino. La movilización de hinchas no tuvo la repercusión que se esperaba en la convocatoria previa, y la AFA cerró sus puertas poco después de las 18, una hora antes del inicio de la marcha. Cerca de las 20.30, los hinchas que reclamaron la renuncia de Grondona arrojaron botellas de cerveza, huevos y piedras contra el frente de la AFA. La policía respondió emplazando camiones hidrantes en la esquina.

Si la decisión de Grondona fue presentada como una derrota, no está asegurada la muerte del proyecto, cuyo tratamiento podría reflotarse luego de octubre, una vez puestos en marcha los actuales campeonatos de Primera y de la B Nacional. “Los cambios que se hagan tienen que ser para dentro de dos temporadas”, indicó el presidente de All Boys, Roberto Bugallo, quien se manifestó “conforme con la decisión de Grondona”, aunque recalcó que no se siente “el abanderado de los que rechazaron el proyecto”. Bugallo fue uno de los que se abstuvieron la semana pasada en la votación que decidió el tratamiento del proyecto para más adelante.

Fernando Raffaini, presidente de Vélez, celebró también el retiro de ese proyecto y dijo visualizar “algún viento de cambio” en la AFA “porque no es normal que se revierta este tipo de decisiones”, expresó el titular del club de Liniers.

Pero si Grondona pareció golpeado tras su decisión del lunes, ayer contó con defensores de su gestión, como el presidente de Colón, Germán Lerche, que goza de la simpatía del titular de AFA. Lerche aseguró que los dirigentes han perdido la chance de “un debate tan interesante del fútbol argentino” por una “disputa que nos excede”, en referencia a la disputa por los derechos de televisación del fútbol. “Le fuimos esquivos a profundizar un debate en serio en el fútbol”, afirmó.

Uno de los históricos detractores de Grondona, el ex presidente de Vélez Raúl Gámez, afirmó que el veterano dirigente “no está lúcido” y lo calificó de “enfermo por el poder y la plata”.