Desde Mar del Plata

Luego de dos partidos previsibles y sencillos y de la primera jornada libre en el torneo, la selección argentina de básquetbol tendrá esta noche su primer examen en serio en el Preolímpico de Mar del Plata. Puerto Rico, que anoche se enfrentó a Uruguay en el último encuentro del día, pondrá a prueba la maquinaria argentina, que hasta ahora rindió a pleno. De acuerdo con los pronósticos, el de esta noche será el partido más complicado de la primera fase, entre dos de los candidatos a quedarse con un lugar en Londres 2012. Por eso, el cuerpo técnico y los jugadores argentinos plantean el juego ante los boricuas como un gran desafío, para tener una verdadera noción de dónde están parados, luego de los dos triunfos fáciles del arranque. El partido será el número 100 en la selección argentina de Luis Scola, que si anota más de ocho puntos se convertirá en el máximo goleador histórico del conjunto nacional, superando en ese rubro a Juan Espil.

“Puerto Rico es un rival directo –aseguró ayer el entrenador Julio Lamas–. Vinieron al torneo con el mismo objetivo que nosotros. Hay que jugar un partido muy completo para superarlos.” De acuerdo con la visión del entrenador argentino, los centroamericanos son “el adversario más difícil” de la fase inicial. “Es un examen importante, en el que el grado de dificultad es alto. Seguro que será un partido cerrado”, anticipó Lamas, que para este encuentro ya espera poder contar con el pivot Fabricio Oberto, recuperado de un desgarro (ver aparte).

El mismo discurso que el entrenador es el que bajaron los jugadores. Como si fuera una lección bien aprendida, Carlos Delfino también vaticinó un encuentro complicado. “Es el equipo más duro del grupo y, por eso, el partido a ganar. El equipo está bien y demostró que, físicamente y por juego, hace una diferencia. Ahora vamos a enfrentar a un equipo potente y que nos puede marcar una real medida para el futuro del torneo”, indicó Delfino, que el miércoles hizo su debut en el torneo con un aceptable partido, luego de haber superado una molesta tendinitis. Parecido a lo que dijo Pablo Prigioni, el armador del equipo: “Es un rival que va a pelear la clasificación. Por eso, cambia la mentalidad con la que uno se prepara”, resaltó el base cordobés, que viene alternando la conducción de la selección con Juan Ignacio Sánchez.

Luego del scouting (el análisis del rival, con sus virtudes y defectos, tanto en defensa como en ataque), Lamas marcó las armas más peligrosas de Puerto Rico, aunque en realidad consideró muy balanceado al adversario de esta noche: “Tienen un perímetro muy picante, con (José Juan) Barea y (Carlos) Arroyo, dos NBA con experiencia, y un faro muy grande como Daniel Santiago, que sabe jugar y tiene mil batallas. Además cuentan con mucho tiro externo con Ricky Sánchez, (Alex) Galindo o el mismo Arroyo. Y desde el banco traen jugadores que ajustan en defensa, con mucho rebote e intensidad. Es un equipo muy completo”. Ante ese panorama, Lamas ya tiene una estrategia definida, consciente de que no podrá contrarrestar todas las herramientas que posee Puerto Rico. “Vamos a elegir un plan de juego para que nos lastimen lo menos posible. Asumimos que nos van a dañar, pero buscaremos limitarlos en algunos aspectos del juego. Y si se nos complica, tenemos que ser inteligentes para poner en marcha un plan B”, destacó el entrenador.

En ese sentido, Delfino fue más allá que su técnico y dejó en claro que la idea argentina será cortar el circuito de los bases puertorriqueños con el resto del equipo. “De Puerto Rico tenemos que evitar que impongan su ritmo de juego. Tienen en Barea y en Arroyo a dos jugadores muy picantes, que tienen puntos en las manos, por lo que buena parte del juego va a depender de quién imponga su ritmo. Nosotros tenemos que mantenernos fríos, respetarlos lo justo y preocuparnos por Argentina”, señaló el escolta de Milwaukee Bucks. El santafesino confía en que si su equipo respeta su filosofía, mantiene la concentración y sigue con la intensidad defensiva, poco importarán las virtudes de los adversarios. “Lo que más me gustó de nosotros hasta ahora es la intensidad y la agresividad con la que comenzamos los partidos. Defendimos muy duro, corrimos la cancha muy bien y, si seguimos haciendo las cosas así, no digo que vamos a ganar todos los partidos por veinte puntos, pero vamos a imponer un sello, marcar una idea de juego y lograr puntos fáciles, que es lo más importante en este tipo de torneos”, aseguró Delfino. El desafío está planteado. La Generación Dorada tiene su primer gran examen del torneo, aunque la sensación que deja es que tiene todas las bolillas estudiadas.