El próximo domingo comienza una nueva temporada de la NBA, que contará con la presencia de los argentinos Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Carlos Delfino y Andrés Nocioni y que estuvo a punto de frustrarse por el lockout patronal, que se extendió por 149 días. En la primera jornada habrá cinco juegos: Dallas Mavericks-Miami Heat, que reeditarán la final de 2010-11, que ganó el equipo texano 4-2; Los Angeles Lakers-Chicago Bulls, New York Knicks-Boston Celtic, Oklahoma City Thunder-Orlando Magic y Golden State Warriors-Los Angeles Clippers. El debut de los integrantes de la Generación Dorada recién será el lunes, cuando San Antonio, con Ginóbili, reciba a Memphis Grizzlies; Houston Rockets, con Scola, visite a Orlando Magic; Milwaukee Bucks, con Delfino, se mida con Charlotte Hornets y Philadelphia Sixers, con Nocioni, reciba a Portland Trail Blazers.

Será una fase regular atípica de sólo 66 partidos en lugar de los 82 habituales, pero en un período mucho más acotado, por lo que los equipos tendrán varias veces tres y hasta cuatro partidos en noches consecutivas. Además, como consecuencia de la extensión del conflicto, la pretemporada quedó acotada a sólo dos encuentros por equipo, por lo que la gran incógnita es saber en qué momento de la competencia todos los conjuntos alcanzarán su máximo nivel, más allá de que muchas franquicias realizaron innumerables cambios, al tiempo que otras mantuvieron la base de la temporada anterior.

El campeón vigente, Dallas Mavericks, fue sin dudas uno de los que más sangría sufrió, ya que perdió al pivote Tyson Chandler, al alero Caron Butler y al base suplente, el puertorriqueño José Juan Barea, pero en cambio recibió procedente de los Angeles Lakers al ala pivote Lamar Odom, el mejor sexto hombre de la última temporada. Sin embargo, con el alemán Dick Nowitzki, el base Jason Kidd y el alero Shawn Marion, está entre los grandes candidatos al título.

En cuanto a los argentinos, su panorama es bastante disímil. Para Ginóbili y San Antonio, la temporada parece ser clave en la búsqueda de un nuevo título. Todos los indicios marcan que puede ser la última de Tim Duncan, por lo que no podrá desaprovechar esta ocasión, como ocurrió en la pasada, cuando se adjudicó la serie regular, pero cayó ante Memphis en la primera ronda de los play offs.

Para Luis Scola, el desafío será llevar a Houston hasta las series decisivas. Luego del frustrado trueque que lo enviaba a New Orleans, el capitán de la Selección Argentina sabe que las chances de su equipo se sostendrán mucho en lo que pueda realizar. Tendrá muchos minutos y protagonismo en el juego, ya consolidado como una de las primeras opciones de gol de su equipo.

Dentro de un equipo joven y con aspiraciones de seguir creciendo está Delfino, que viene de una muy buena temporada anterior. Si el escolta argentino y los Bucks siguen con una evolución lógica, las aspiraciones de llegar lejos en los play offs no serían infundadas, aunque todavía les falta para aspirar a pelear por el título de su conferencia.

Muy diferente es la situación para Nocioni, que prácticamente no tiene lugar en Philadelphia. Sin minutos en la cancha, el alero santafesino pretende cambiar de aires, pero sus patrones por el momento no evalúan canjearlo. Habrá que ver si con el correr de los partidos puede revertir la opinión del veterano entrenador Doug Collins y comienza a tener minutos en el campo. Tanto para él como para Julio Lamas, técnico de la Selección Argentina, será fundamental que lo consiga, para que pueda llegar con ritmo para los Juegos Olímpicos de Londres.

Aunque con una temporada acotada y de apuro, la NBA, el torneo de básquetbol más espectacular del mundo, vuelve al candelero. Es que ahora, y más que nunca por el tiempo perdido, el show debe seguir.