Un día después de la renuncia de Ricardo Teixeira a la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la FIFA anunció que su titular, Joseph Blatter, se reunirá el viernes en Brasilia con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para discutir temas “relacionados a la Copa del Mundo 2014”. En el encuentro, que se llevará a cabo en el palacio presidencial, también estará presente el ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, según indicó la Federación Internacional en un comunicado. El cónclave tendrá como principal objetivo poner fin a los desentendimientos entre el gobierno brasileño y la FIFA, luego de las polémicas declaraciones del secretario general del organismo internacional, Jerome Valcke, que llevaron a Brasil a pedir un cambio de interlocutor para temas relacionados con la organización de la próxima cita mundial, a pesar de que Rebelo dio por “cerrado” el tema días atrás.

“El punto principal de nuestra agenda es la Copa del Mundo de 2014, que se celebrará en Brasil”, expuso la FIFA en un comunicado emitido ayer por la tarde en Zurich, Suiza.

A su vez, si bien no hubo pronunciamientos oficiales, la reunión entre Blatter y Rousseff será esencial para determinar cómo deberá operar la CBT tras la renuncia de su presidente Teixeira. En ese sentido, si bien Ronaldo y Bebeto, ex delanteros de la selección brasileña, son coorganizadores del Mundial, la mandataria de Brasil es la que corre con más ventaja para ser la nueva interlocutora, debido a la buena relación que tiene con el mandatario de la FIFA.

Por otra parte, otro de los temas que se discutirá en el cónclave será la demora en la aprobación en el Parlamento de la ley de la Copa, en la que se solicita la venta de bebidas alcohólicas en los estadios durante el desarrollo del Mundial. Si bien dicho proyecto ha sido aprobado en primera instancia, todavía no fue votada en la Cámara de Diputados y aún es una incógnita la fecha en la que se podría resolver el asunto.

Por último, la otra gran cuestión a discutir será el lento ritmo en las obras en los doce estadios y los retrasos en el transporte y en la hotelería de las ciudades que albergarán tanto a los 32 equipos que disputen el torneo como a los turistas que quieran disfrutar el evento deportivo.

El Mundial de Brasil ha tenido muchas controversias por distintas disputas políticas, pero desde la FIFA siempre se respaldó la sede de Brasil, ante las versiones de que el máximo organismo cambiaría de país para realizar la cita futbolística más importante del mundo.