“Hoy ganamos un partido muy difícil ante un rival muy complicado, y estamos muy contentos”, expresó el capitán de Boca, Juan Román Riquelme, tras la victoria por 2-1 frente a Arsenal, por la tercera fecha del Grupo 4 de la Copa Libertadores, que lo tiene en la segunda posición, con cuatro puntos, detrás de Fluminense, que ayer venció 1-0 a Zamora y suma 9.

Boca, que llegó golpeado por las derrotas ante Fluminense y luego frente a Independiente, que le hizo perder la punta del torneo local, no arrancó bien ante Arsenal y, cuando apenas se jugaban nueve minutos, se encontró 0-1 abajo. Se trató de un infortunio, un mal rechazo de Clemente ante un centro de Aguirre que terminó metiéndose en el arco de Orion.

La derrota complicaba seriamente el camino del equipo de Falcioni en la Copa y, para colmo, el equipo no reaccionaba. Arsenal, más sereno, presionaba y se acercaba peligrosamente al segundo. Así se lo perdieron Carbonero y después el propio Aguirre, con remates que se fueron por arriba. Entonces, Boca comenzó a despertarse.

Fue también la fortuna la que le permitió a Mouche, tras un mal rechazo de chilena de Lisandro López, anotar el tanto del empate, a los 28, que les trajo tranquilidad al equipo y a todos los que se quemaban las pestañas haciendo cuentas mirando la tabla de posiciones del grupo.

A partir de la tranquilidad que le dio el empate, Boca consiguió dominar el trámite y se acercó más al arco de Campestrini. Ese dominio duró también en el arranque de la segunda parte, sobre todo hasta que el ingresado Ledesma puso el 2-1 a favor del conjunto boquense, tras una buena jugada de Riquelme y un centro de Clemente, que pasó por encima de Silva y que el volante, nuevamente en posición de nueve, definió con un toque de derecha.

Pero ni siquiera en ventaja Boca parecía tener asegurado el resultado. Arsenal se le fue encima y lo obligó a retroceder. En una jugada de pelota detenida tuvo una inmejorable chance para empatar Leguizamón, tras un toque de cabeza de Burdisso, que lo dejó solo frente al arco, pero el delantero la tiró increíblemente afuera.

Los últimos minutos fueron apretados para Boca que, para no repetir lo que vivió el último domingo frente a Independiente, ajustó sus marcas en el fondo y trató de enfriar lo que quedaba de partido con una lenta salida de Ervitti, reemplazado por Sánchez Miño, y otra salida en el descuento de Mouche, reemplazado por Chávez.