Las negociaciones entre el presidente de Boca, Daniel Angelici, y el entrenador Carlos Bianchi avanzaron ayer a una tercera reunión, que se llevará a cabo hoy, y todo indica que se acerca el acuerdo entre las partes para que el técnico más ganador de la historia del club, con nueve títulos, inicie en enero su tercer ciclo. Ni siquiera el controvertido tema Riquelme parece trabar la cuestión: según trascendió hoy, las partes negociarían la extensión del contrato, que sería en principio por dos años y la parte económica que incluye los sueldos del DT y de su cuerpo técnico.

Tras recibir al tenista Roger Federer en la Bombonera y en sintonía con lo que le pide el mundo Boca –que en la manifestación por el día del hincha colmó el Obelisco y varias plazas de las ciudades más importantes del país–, la máxima autoridad xeneize continuó ayer por la tarde sus conversaciones con el Virrey, en la misma oficina en la que se había reunido el martes, donde el hijo del entrenador, Mauro Bianchi –agente AFA y representante– tiene su oficina.

Si bien los protagonistas no hicieron declaraciones tras el cónclave, tanto la reunión del martes como la de ayer fueron calificadas de positivas por el entorno de los protagonistas, quienes evitaron hablar al respecto con la prensa. “Las cosas están encaminadas, por eso se sigue avanzando en otras reuniones”, le comentó a Página/12 una fuente cercana al dirigente. “El tema Riquelme no sería un problema, ya que Angelici no lo echó de Boca, pero deberá ser Bianchi quien lo convenza de volver”, agregó.

Por el lado del entrenador, la mirada es similar. “Las reuniones fueron positivas. Hubo acuerdo entre las partes con respecto a los objetivos para la próxima temporada, pero todavía faltan ajustar algunos detalles, sobre todo con respecto a los instrumentos para alcanzar esos objetivos”, señalaron. El tema, además de lo estrictamente contractual, plazos, dinero y alcance, por ejemplo, de la secretaría deportiva del club sobre el trabajo del DT, pasa también por la cuestión de los refuerzos.

De todas maneras, más allá de que la reunión de hoy llegue a buen puerto, la respuesta de Bianchi no será inmediata. El Virrey piensa tomarse el fin de semana para analizar bien la cuestión y recién el lunes podría dar una respuesta definitiva.

La tentación de volver es muy grande para Bianchi y la jugada es un acierto para el presidente de Boca, tras el paso en falso que significó su intención de renovarle el contrato a Julio Falcioni, a contramarcha de lo que deseaban los hinchas.

Precisamente Falcioni manifestó ayer que sería “lindo” que Bianchi sea su sucesor. “Estoy en paz, me llevo la alegría de haber dirigido en el equipo más grande de Argentina y uno de los más grandes del mundo. Sería lindo que Bianchi sea el nuevo técnico de Boca. Por su experiencia y capacidad estaría muy bueno que vuelva al fútbol”, apuntó.