Volvió a ser el líder del equipo, aunque ahora ocupa un rol diferente. Sin Juan Martín Del Potro en la formación, la referencia ineludible pasó a ser David Nalbandian, pese a que ya no tiene el protagonismo de otros tiempos, cuando era número puesto para tres de los cinco partidos de cada serie. Ahora, como base del dobles, el cordobés todavía mantiene su liderazgo en un grupo que buscará dar un batacazo ante Francia, por más que se jugará como local en el Parque Roca.

“Va a ser una serie muy dura, venga el que venga, será muy difícil”, sostuvo Nalbandian en una entrevista con el canal TyC Sports. Es que los franceses cuentan con un equipo con muchísimas variantes, con diez jugadores entre los cien primeros del ranking mundial, sin contar con Gael Monfils, que se encuentra fuera de ese grupo porque se viene recuperando de una lesión, pero que en condiciones normales es un top 20 por juego y rendimiento. El capitán Arnaud Clement puede disponer de Jo-Wilfried Tsonga (8º en el ranking) y de Richard Gasquet (10º) como principales alternativas para los singles, aunque también cuenta con variantes de nivel como Gilles Simon o Jeremy Chardy, vencedor de Del Potro en el Abierto de Australia. También tienen en Julien Benneteau y Michael Llodra a una de las mejores duplas del mundo.

Para afrontar ese desafío, Nalbandian remarcó que necesita tomar ritmo en el circuito, para poder ser una alternativa para algún single. En principio, el unquillense retomará su actividad con cinco torneos, antes de la serie ante los franceses, entre el 5 y el 7 de abril. Su cronograma indica que participará en los ATP 250 de San Pablo y Buenos Aires, luego irá al ATP 500 de Acapulco, los tres sobre polvo de ladrillo, y finalizará la gira con los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, sobre cemento. “Mi objetivo es ponerme bien en el circuito para intentar llegar de la mejor manera a la serie ante Francia”, indicó Nalbandian.

En cuanto al cómodo triunfo ante Alemania, el ex número tres del mundo se mostró sorprendido por la facilidad con que se concretó, ya que esperaba una serie mucho más luchada. “El pronóstico para nosotros era un 3-2 cerrado, era lo que veíamos todos”, reconoció el líder del conjunto argentino.