“Guillermo Moreno es un secretario del área, tengo un buen trato, un trato normal, y vamos a seguir trabajando.” Así respondió ayer el flamante ministro de Economía, Amado Boudou, a un matutino marplatense cuando lo consultaron sobre su relación con el secretario de Comercio Interior. Al reconocer que seguirán trabajando juntos pareció dar por confirmada su continuidad en el cargo. Sin embargo, cuando se lo preguntaron explícitamente fue más esquivo: “No es un tema importante de hoy”, se limitó a decir. Boudou también aprovechó su primera entrevista desde que fue designado ministro para desmentir algunos rumores sobre un supuesto cambio de rumbo en la política económica. “Las prioridades pasan por la profundización del modelo. Tienen que ver con sostener el superávit fiscal, sostener el superávit comercial y seguir llevando adelante un programa muy importante de obra pública”, remarcó.

Cuando lo consultaron sobre la posibilidad de volver a negociar con el FMI también fue contundente: “El Fondo Monetario Internacional tal cual lo conocemos no es una opción para la Argentina porque ya sabemos como funciona, ya sabemos que marca para los distintos países políticas que, lejos de permitirles su desarrollo, lo que han hecho ha sido concentrar la economía, generar más desempleo y altísimos niveles de endeudamiento”, respondió. Luego afirmó que su prioridad en materia de financiamiento será trabajar con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, con la Corporación Andina de Fomento y con los mercados voluntarios de crédito para recrear el mercado de financiamiento de mediano y largo plazo.

Con relación al tipo de cambio, respaldó lo que vino haciendo hasta ahora el Banco Central. “Tenemos un tipo de cambio administrado y me parece que no hay tensiones, que es un tipo de cambio que tiene que ver con las necesidades de los distintos sectores”, en respuesta a algunos rumores que hacían referencia a una supuesta decisión oficial de impulsar una mayor devaluación del peso luego de las recientes elecciones.

También le preguntaron si habrá cambios en el Indec y el funcionario se limitó a responder que “tenemos que ir hacia una situación en la cual el Indec vuelva a representar lo que realmente es: una herramienta técnica, de seguimiento de las variables (...) hay que fortalecer esta institución”. Las tareas del Indec vienen siendo cuestionadas fuertemente desde que Beatriz Paglieri fue designada al frente de la dirección del Indice de Precios de Consumo a fines de 2006. Los anteriores jefes de gabinete Alberto Fernández y Sergio Massa prometieron oportunamente que impulsarían reformas para recomponer la confianza del organismo, pero los cambios sólo se quedaron en anuncios. Tal vez por eso, Boudou fue lo menos explícito posible al referirse a ese tema.

Igual de esquiva resultó su respuesta cuando el diario La Capital de Mar del Plata le preguntó si la convocatoria presidencial al diálogo contemplaba la discusión sobre las retenciones a las exportaciones de granos. “Con mucha tranquilidad y seriedad hay que ir escuchando y planteando cuál es el modelo porque nosotros no vamos a ir a un modelo que pueda tener superávit comercial, pero al mismo tiempo no genere empleo. O que no aporte al consumo interno, que ha sido el eje central del crecimiento de Argentina en estos años”, aseguró.

Tampoco dio precisiones sobre quiénes lo acompañarán. “Estoy trabajando justamente en eso”, señaló. La semana pasada trascendió que Ofelia Cédola y Juan Carlos Pezoa, secretario de Legal y Técnica y de Hacienda, respectivamente, seguirán en sus puestos. Todo indica que Moreno también lo hará, pero el futuro del secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y de su par de Política Económica, Martín Abeles, es incierto. Abeles, quien llegó al ministerio con Felisa Miceli y luego siguió con Martín Lousteau, Miguel Peirano y Carlos Fernández, dejó trascender que su deseo es irse.