El Gobierno reunió ayer a unos 300 empresarios, muchos de ellos beneficiarios de las medidas de protección comercial que recientemente se extendieron, para advertirles, tal como anticipó Página/12 la semana pasada, que se los va a controlar para que no aumenten los precios de forma injustificada. “No vamos a permitir que cacen en el zoológico”, les transmitieron los funcionarios. Además, hubo ratificación del rumbo “proindustria” y, como definió un empresario que participó del encuentro, “una arenga a que vayamos para adelante con inversiones, que el Gobierno seguirá impulsando el crecimiento del mercado interno y la demanda agregada”. En su discurso, el ministro de Economía, Amado Boudou, defendió el control de capitales que instrumenta el Gobierno como forma de evitar la apreciación del peso y les aseguró a los empresarios la vigencia de la política de tipo de cambio “competitivo”.

El noveno piso del edificio ubicado sobre Diagonal Sur, donde funcionan la Secretaría de Industria y la de Comercio Interior, quedó “rebalsado” por empresarios. Fue un acto que duró alrededor de una hora, encabezado por Boudou y Débora Giorgi, ministra de Industria, los únicos oradores; el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y los secretarios de Comercio Interior y de Industria, Guillermo Moreno y Eduardo Bianchi. El mensaje: “La demanda agregada seguirá en niveles altos. Junto con la protección externa, el horizonte para los empresarios es positivo, pero que la respuesta sea un aumento en las cantidades y no en los precios”, plantearon los funcionarios. “Palo y zanahoria”, definieron sintéticamente en Industria.

“Me pareció bien. Nos dijeron que hay un plan de sustitución de importaciones y generación de mayor demanda, pero que lo tomemos con la responsabilidad que corresponde. Es positivo”, señaló a este diario Jorge Sorabilla, empresario textil, rubro en donde la presión de las importaciones asiáticas es muy fuerte. Para contrarrestar esa situación de desventaja, el Gobierno aplica licencias no automáticas, valores criterio y medidas antidumping. En muchos casos todos esos instrumentos juntos no alcanzan frente a la alta productividad de los trabajadores chinos y los salarios de subsistencia que reciben.

“El Gobierno aplica la administración del comercio como una forma de orientar a la sustitución de importaciones, generar más producción y más trabajo”, indicó Giorgi a los empresarios. Exigió a los sectores cuyos productos están alcanzados por el sistema de licencias no automáticas un compromiso de “más inversiones y más generación de empleo” y señaló que serán monitoreados para que “cumplan con el abastecimiento, la calidad, tiempos y plazos de productos”, y “que nadie se haga el pícaro con los precios”. También defendió la intervención estatal en materia comercial. “¿Qué es administración de comercio si no se tienen en cuenta los subsidios agrícolas, los cupos, las cuotas, los aranceles impagables que tienen nuestros productos para acceder a la Unión Europea? No debemos ser hipócritas, todos los países aplican administración de sus comercios”, enfatizó.

Norberto Taranto, empresario autopartista, indicó a este diario que “la sensación que dejó el encuentro es buena, fue un discurso de arenga y buscaron ratificar que las puertas están abiertas para atendernos. Remarcaron que su intención es llegar a la plena ocupación, pero que nos van a controlar como corresponde”. Desde el sector explican que para los autopartistas es muy difícil aumentar los precios, puesto que en general las condiciones de venta las impone la terminal. Sin embargo, las automotrices ensambladoras suelen quejarse de que sus proveedores no generan suficiente oferta. Por ello el Gobierno busca “negociar” con el autopartismo que aumente las inversiones.

Por su parte, Boudou sostuvo que la política de tipo de cambio competitivo va a continuar, aunque no habló de la inflación, que es la principal causa por la cual el peso se viene apreciando frente al dólar. En cambio, defendió el encaje (inmovilización) por un año del 30 por ciento sobre capitales financieros del exterior que ingresan al mercado local.