ECONOMíA › DOCUMENTO OFICIAL CON LOS PROYECTOS PARA EL DESARROLLO DE DOS SECTORES INDUSTRIALES CLAVE

El Plan 2020 para autos y calzados

El Plan Estratégico Industrial 2020 ya avanzó con los sectores Automotriz y Calzado. Habrá subsidios fiscales y de tasas de interés para incrementar inversiones. Se trazó un plan de inserción en el mercado internacional con equilibrio en la balanza comercial para las terminales.

 Por Roberto Navarro

En el marco del Plan Estratégico Industrial 2020, Página/12 accedió a un documento que revela las medidas ya acordadas para los sectores Automotriz y Calzado. Luego de la primera reunión liderada por el Ministerio de Industria en el foro de terminales y autopartistas, se decidió elaborar un proyecto de ley para el sector, que incluye subsidios fiscales y de tasas de interés para incrementar inversiones. También se creará una comisión de asesoramiento para que las pymes de esa actividad puedan financiarse en el mercado de capitales. Con los empresarios del calzado, que comercializan su producción en la plaza local, se trazó un plan de inserción en el mercado internacional, con énfasis en calzado de alta gama.

“En el Ministerio de Industria trabajamos durante meses para realizar las estimaciones de crecimiento de los distintos sectores, basados en el aumento poblacional esperado; el PBI per cápita estimado para el 2020, con un objetivo de consumo equivalente; una evaluación de los mercados internacionales que podemos conseguir o ampliar y lo que podemos sumar con políticas activas del Estado. En las conversaciones mantenidas hasta el momento con los empresarios del calzado y el sector automotriz nos encontramos con que los propios actores del mercado consideran accesibles esas proyecciones”, señaló a este diario la ministra de Industria, Débora Giorgi.

Luego de la primera reunión con el complejo automotriz, los equipos de trabajo de la cartera de Industria y del sector comenzaron a definir metas más concretas y los pasos específicos que se van a seguir para lograrlas. El documento sectorial, al que tuvo acceso este diario, señala que “los objetivos estratégicos son alcanzar una industria de primer nivel mundial, equilibrar la balanza comercial, diversificar las exportaciones y aumentar el grado de componentes locales en los vehículos de fabricación nacional”. “El incremento de exportaciones a Latinoamérica, fundamentalmente a Brasil, es altamente satisfactorio; ahora debemos abrir y ampliar otros mercados para elevar aún más el volumen de producción y ganar independencia respecto del riesgo que implica depender de una región en particular”, señala el documento oficial. Con respecto a la producción de automóviles, que ya está resultando insuficiente para abastecer el mercado local, hecho que se nota en la extensión de períodos de entrega, Giorgi señaló que “en un plazo perentorio se enviarán al Congreso leyes de impulso a la producción con subsidios fiscales y financieros”.

El problema más importante del sector, por lo menos para el Gobierno, es el déficit comercial que está generando. En ese sentido, el total de las terminales firmaron el documento elaborado por el ministerio en el que se comprometen a exportar un dólar por cada dólar que importan, un acuerdo que habían cerrado informalmente semanas atrás. En Industria cuentan que el presidente de una de las principales terminales radicadas en el país le dijo a la ministra Débora Giorgi: “a veces la mejor opción es no tener opción: ahora que estamos obligados a negociar dólar por dólar nuestras casas matrices accedieron a pedidos que veníamos haciendo hace tiempo”. Y dio un ejemplo: “Los modelos que exportamos a latinoamérica no incluían la garantía de la casa matriz; ese hecho nos restaba competitividad: ahora la incluye y nos permitirá ampliar nuestras exportaciones”.

La escasa participación de autopartes locales en los modelos terminados fue el factor que disparó el déficit comercial sectorial a medida que crecía la producción. Autopartistas y terminales consensuaron la importancia de tratos más previsibles y de largo plazo para lograr certidumbre en precios y volúmenes. El Estado se comprometió a una serie de medidas para impulsar los acuerdos alcanzados. Desde hace cuatro años la cartera laboral administra la Ley de Promoción de Inversiones (LPI), que reduce el tiempo de la amortización de inversiones para descontar del pago de Impuesto a las Ganancias y acelera la devolución del IVA de las exportaciones. El Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto de ley que incluye un régimen similar, más ventajoso para los autopartistas.

Las inversiones para producir autopartes de alto nivel tecnológico, que son las que están faltando en el país, son por valores de cientos de millones de dólares. Para destinar ese capital a iniciativas de ese tipo, las autopartistas reclamaron lo siguiente: acceso al crédito a largo plazo y baja tasa de interés, energía disponible suficiente y mercados asegurados durante diez años. El documento incluye “la voluntad y decisión del Gobierno” por cumplir con esas demandas. La ministra se comprometió a leyes que contemplen subsidios fiscales y financieros y les explicó el plan energético que anunciará la presidenta de la Nación en las próximas semanas con obras hasta el año 2030.

Con respecto a los créditos necesarios para las inversiones, el documento explicita que la Sepyme, dependiente del Ministerio de Industria, dispondrá de un capital importante destinado a financiar proyectos de inversión autopartistas a tasas subsidiadas. También les adelantó que en pocos días se presentará el nuevo Banco de Fomento Nacional, que, prevé la ministra, “otorgará préstamos a sectores productivos estratégicos a plazos y tasas nunca vistas en el país”. A la vez, la cartera comandada por Giorgi se comprometió a acompañar a las pymes de menor envergadura para que puedan acceder al mercado de capitales.

En tanto, el documento firmado con el sector del calzado incluye la meta de llegar al 2020 con una producción de 200 millones de pares anuales. Para ello se trazó la estrategia para alcanzarla y medidas concretas por parte del Estado. “Estos últimos años fue sustitución y crecimiento del mercado local”, comienza ese documento. Y sigue: “La industria considera que la exportación es una asignatura pendiente. Hay que ir a buscar los mercados en los que somos fuertes: gama media y alta”, que es donde podemos competir y no nos enfrentamos con China y el sudeste asiático. El modelo a seguir es el de Portugal o España. “En 2010 se produjeron 114 millones de pares de calzado. Con el PBI esperado per cápita y el aumento poblacional para 2020 el mercado local estará cerca de los 200 millones propuestos. Por lo que, con el agregado de la exportación, se puede superar fácilmente esa cifra”, señaló a Página/12 una fuente de la cartera laboral que tuvo participación en la elaboración del documento. El acuerdo incluye capacitación de mano de obra de manera conjunta entre sindicatos, empresarios y los Ministerios de Trabajo e Industria; la creación de escuelas de diseño y otras medidas.

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En el plan para Calzados se definió que la salida exportadora será para productos de gama media y alta.
Imagen: Rafael Yohai
 
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