Viernes, 3 de junio de 2011 | Hoy
ECONOMíA › ACUERDO EN LOS TEMAS MAS URGENTES EN EL CONFLICTO BILATERAL CON BRASIL, AUTOMOTORES Y MAQUINARIA AGRICOLA
Con concesiones mutuas, compromisos de limitar las restricciones y el reconocimiento de la necesidad de agilizar el comercio en determinadas áreas, los ministros de Industria de ambos países alcanzaron una salida negociada en sólo un día de negociación.
Por Javier Lewkowicz
Los gobiernos de Argentina y Brasil lograron encauzar la parte más apremiante del conflicto comercial bilateral y acordaron mecanismos para avanzar sobre los problemas de fondo, lo que abrirá nuevas discusiones a nivel técnico. La ministra de Industria, Débora Giorgi, y su par brasileño, Fernando Pimentel, destrabaron el intercambio de vehículos terminados y establecieron que las controversias en los distintos sectores se diriman a través de acuerdos entre privados con el apoyo oficial. En maquinaria agrícola, Brasil dio el visto bueno para que el gobierno nacional negocie con las multinacionales instaladas en el país vecino la entrega de licencias no automáticas a cambio de inversiones para sustituir importaciones. En un próximo encuentro, el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, dará una respuesta a su par de Brasil, Alessandro Teixeira, sobre problemas de acceso al mercado local.
En el comercio automotor quedó consolidado el nuevo esquema de intercambio con licencias no automáticas de importación, que establecen que el gobierno brasileño se tome hasta 60 días para permitir cada operación. Sin embargo, se acordó que la entrega de licencias será como máximo en 10 días, plazo que satisface a las automotrices (ver aparte). Los vehículos que lleven más de 10 días frenados en la frontera podrán ingresar entre hoy y mañana, por lo que esa situación se normalizaría en el corto plazo. Ayer se permitió el ingreso a vehículos Volkswagen.
En la reunión en Brasilia con Pimentel, Giorgi manifestó que “las asimetrías entre ambas economías deben solucionarse, y para eso se requiere herramientas. De no hacerlo, la economía más grande siempre saldrá beneficiada”. En ese último caso, la funcionaria advirtió que el déficit bilateral sería de 9 mil millones de dólares en 2013 y de 12 mil millones en el intercambio de bienes industriales, cuando en 2010 el déficit fue de 4100 y 6300 millones, respectivamente.
Para los “sectores sensibles” donde Brasil mantiene reclamos, como textiles, confecciones, línea blanca, marroquinería, calzado, vajilla de vidrio, muebles de madera, baterías, frenos y embragues, se consensuó que los empresarios de ambos países, con la orientación de los estados, acuerden los cupos de ingreso. El gobierno argentino impedirá el acceso, mediante la retención de licencias de importación, a aquellos sectores que no se sienten a negociar o no respeten lo acordado. Los acuerdos entre privados se vienen aplicando en algunos casos, con resultado dispar. En Industria indican que algunas de las actuales licencias demoradas se vinculan con productos brasileños que superan el cupo acordado.
Desde el sector de calzado apoyaron la iniciativa. “En diciembre vence el acuerdo que marca un límite de 15 millones de pares importados desde Brasil, que se cumplió con el monitoreo de los gobiernos, porque ellos enviaron una cantidad algo mayor. El resultado es positivo”, indicó a este diario Horacio Moschetto, de la Cámara de Industrias de Calzado. Juan Hazaña, titular de Cafae, la cámara que agrupa a los fabricantes de baterías, explicó a Página/12 que “el acuerdo que regía en el sector no se realizó con los gobiernos de por medio y los brasileños no lo respetaron. Si los privados tomamos compromiso con los funcionarios, puede andar. Se podría establecer un cupo de un millón de baterías anuales, aunque si prosperan inversiones de Brasil aquí, el límite debería reducirse”. En el sector textil hay acuerdos en denim, sábanas y toallas. “Han funcionado y hubo buena predisposición de los privados, orientados por los gobiernos”, explicó Mariano Kestelboim, economista jefe de la Fundación ProTejer.
Uno de los sectores donde se centra la disputa comercial es maquinaria agrícola. Tractores y cosechadoras no pueden ingresar desde hace varios meses, ya que Giorgi no está dispuesta a permitir la entrada sin un mecanismo adicional que regule el comercio en el sector. Brasil dio ayer el visto bueno para que la ministra negocie con las tres multinacionales instaladas en ese país que exportan al mercado local (Case New Holland, John Deere y AGCO) la entrega de licencias a cambio de que realicen inversiones en Argentina. El ejemplo que ponen en Industria es Case New Holland, que fabricará motores en el país y podrá importar sin inconvenientes. John Deere estaría próximo a anunciar inversiones.
También hubo avances en productos argentinos con problemas de acceso a Brasil. Se acordó que el sello fiscal que el país vecino requiere se pueda aplicar en Argentina, en lugar del esquema actual que sólo permite sellar en Brasil, lo que genera un sobrecosto para el exportador local. Además, Brasil renovó el cupo para la entrada de leche en polvo, que nunca fue cumplido, y revisará el antidumping que introdujo a vajilla de vidrio. Pimentel dará una respuesta en 30 días sobre las nuevas normas técnicas que aplicará Brasil en aceite de oliva, que perjudica a los exportadores argentinos. En tanto, Giorgi se reunirá próximamente con la cámara brasileña que agrupa a los fabricantes de línea blanca, que dificultan el ingreso de productos locales al mercado vecino.
Por su parte, Industria aseguró que atenderá los reclamos pendientes de Brasil. Sin embargo, buena parte de los pedidos del país vecino se vinculan con productos que recibieron su licencia para ingresar pero aún así no lo pudieron hacer debido a trabas burocráticas impuestas por otros organismos de control como el INAL, que se encarga de autorizar la circulación interna de alimentos. En ese caso, el manejo está a cargo de la Secretaría de Comercio Interior.
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