Desde Santiago

Pasadas las 12.30 de ayer, 40 dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a las 25 universidades tradicionales chilenas, llegaron hasta la Universidad de Talca –a 250 kilómetros al sur de Santiago– para definir la respuesta que darán al gobierno luego de que, a principios de semana, La Moneda ofreciera un cronograma que incluía tres mesas de trabajo, idea que desde un principio no convenció a los estudiantes. “Tenemos la voluntad de estar en una mesa de trabajo, pero hasta ahora no están las condiciones; entonces vamos a ver cuáles fueron las distintas conclusiones de las universidades para sacar una respuesta”, dijo a la entrada Giorgio Jackson, presidente de los estudiantes de la Universidad Católica.

Según los propios dirigentes en declaraciones previas, estarían disponibles para sentarse en la mesa ofrecida por La Moneda, pero con condiciones. De no ser así, la respuesta seguiría siendo un “no” a la iniciativa oficialista. Con ello, las tomas y paros en los planteles continuarán por más que las fechas para no perder el semestre estén a la vuelta de la esquina, como han reconocido los propios rectores. Los máximos representativos de las casas de estudios superiores están de cabeza buscando soluciones a un conflicto que también los ha golpeado fuerte en las finanzas, debido a que las familias no han pagado los aranceles y las becas y créditos que en el ministerio en cuestión se entregan sólo si los alumnos entran a clases mes a mes.

El miércoles, el Colegio de Profesores, otra de las partes en conflicto, rechazó el cronograma propuesto por el Ministerio de Educación. Esto porque las mesas de trabajo no dan respuesta a los doce puntos del petitorio de los estudiantes y el magisterio en temas como el fin al lucro en la educación, la desmunicipalización de las escuelas para que dependan del Estado y una reforma constitucional que asegure la calidad de lo que se imparte en las escuelas y universidades, entre otras. Mismo camino que, al cierre de esta edición, se suponía seguirían los universitarios y secundarios.

En medio de estas reuniones, Piñera metió más presión a la olla, al declarar que “desgraciadamente hemos visto en estos días que algunos se restan de la mesa de diálogo. Yo quiero decirles con toda franqueza que ése no es el camino, que el diálogo tiene que ser con buena voluntad. Si algunos se quieren restar, lo lamentamos, pero nuestro gobierno no va a renunciar a ese compromiso que tiene con mejorar la calidad de la educación, y va a seguir dialogando con los que quieran dialogar”, sostuvo.

En ese sentido, el secretario general del oficialista partido de derecha UDI, Víctor Pérez, dijo que “hay una perversa intención de prolongar el conflicto estudiantil de sectores de izquierda de la Concertación y el Partido Comunista, que deben asumir la responsabilidad”. Y apuntó al Comité Central del PC, “donde el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, y la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, tienen cierto grado de participación”.

Por su parte, Camila Vallejo adelantó que “así como está la propuesta no será aceptada. Nos está invitando a lanzarnos a una piscina que no tiene agua”, dijo en relación con el último ofrecimiento del sábado pasado en La Moneda. Junto a ello, Vallejo explicó que ayer se optó por distintos tipos de protestas debido al sensible escenario generado en el país por el accidente aéreo en el archipiélago Juan Fernández, donde murieron veintiún pasajeros.

En Santiago, unos mil estudiantes fueron dispersos por tanques hidrantes de carabineros, que se juntaron en la céntrica Plaza Italia para intentar marchar. En la manifestación se pudo apreciar a escolares con distintas insignias. Pasadas las 2 de la tarde se informó que hubo una decena de jóvenes detenidos por disturbios menores. En otras regiones, las movilizaciones fueron más masivas, siguiendo el cronograma dispuesto con anterioridad a la tragedia en Juan Fernández, situación hecha valer por algunos universitarios más radicales.

Así las cosas, miles de estudiantes marcharon en ciudades importantes como Valparaíso, Concepción, Valdivia, Puerto Montt y Talca. La manifestación fue distinta a otras anteriores, sin tambores y bailes, debido al duelo por el accidente aéreo, pero que no estuvo exenta de enfrentamiento con la policía, sobre todo en Valparaíso.

“Seguimos presentes, los estudiantes estamos alerta, estamos más vigentes que nunca, entendiendo la conmoción que pasó por el accidente”, señaló el secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Cristóbal Lagos. Para el final del día, los universitarios organizaron una “caminata silenciosa” para señalar que el movimiento no ha declinado, pero respetando el dolor de los que perdieron a sus seres queridos, razón por la cual iban vestidos de negro.