El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aceptó ayer la declaración presidencial de Siria de establecer un alto el fuego para el 10 de abril, tras un año de guerra civil con casi diez mil muertos en el país asiático. En la sesión de ayer, la enviada de Estados Unidos a la ONU, Suzan Rice, y el presidente protémpore del Consejo hicieron un llamamiento a todos los bandos involucrados en el conflicto para que depongan las armas y resuelvan la crisis en Siria de forma pacífica. “La declaración reiteró el apoyo del Consejo al plan de paz de Kofi Annan –enviado de la ONU a Siria– y su llamamiento para aplicarlo el 10 de abril, de acuerdo con el entendimiento entre él y el gobierno sirio, el cual ya le había ratificado su compromiso con el plan”, dijo el enviado permanente de Siria a la ONU, Bashar al Jaafari.

Agregó que el gobierno de Siria le declaró por escrito a Annan su compromiso de respetar el alto el fuego pautado para el 10 de abril, pero le pidió que le garantice el mismo compromiso por parte de los grupos armados y sus proveedores de armas, especialmente Qatar y Arabia Saudita, para que detengan la violencia y se involucren en un diálogo nacional.

En un discurso televisado a miembros del Consejo de Seguridad, el enviado de la ONU a Siria reiteró que Damasco se comprometió a retirar sus tropas de las ciudades sitiadas y complejos deshabitados. También detendrán el uso de artillería pesada contra grupos de la oposición armada hasta el 10 de abril. Annan hizo hincapié en la necesidad de respetar la soberanía de Siria, su independencia e integridad territorial en cualquier solución política democrática para la crisis de ese país. También subrayó que la aceptación por parte de Siria de su plan de seis puntos fue un paso importante hacia la cooperación para encontrar un proceso que responda a las demandas legítimas del pueblo sirio. “Detener la violencia es uno de los puntos más importantes del plan para alcanzar una solución. El gobierno sirio se comprometió a retirar sus tropas de tres regiones: Idlib, Zabadani y Deraa, pero los grupos armados continúan atacando a las fuerzas gubernamentales”, citó a Annan la estatal SANA.

Agregó que todos los bandos deben detener cualquier forma de violencia el 10 de abril. En la sesión de ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le pidió a todas las partes que apoyen el plan de Annan para resolver la crisis en Siria. El canciller ruso, Sergei Lavrov, también ratificó ayer el apoyo de Moscú al plan de Annan, resaltando la importancia de no frustrar esta misión mediante el lanzamiento de advertencias y amenazas por parte de Occidente y sus aliados de la Liga Arabe.

Por su parte, el vicecanciller ruso, Mikhail Bogdanov, afirmó que los llamamientos de algunos Estados de armar a la oposición siria constituyen un acto inaceptable que se contradice totalmente con el plan del enviado especial de las Naciones Unidas a Siria. “Moscú está dispuesto en el caso de un consenso entre las partes de la crisis a acoger un encuentro general entre la oposición y las autoridades sirias para elaborar directrices para un amplio diálogo nacional que conduzca a encontrar una solución a la crisis”, recalcó el diplomático ruso y añadió que “Moscú continúa sus intensos contactos a nivel político y diplomático con los Estados influyentes en la comunidad internacional y con sus socios de la Unión Europea, los Estados Unidos y del mundo árabe para encontrar una solución a la crisis, basada en el principio de apoyar el plan de Annan”.

De la misma forma, Bogdanov llamó a los países para que influyan sobre la oposición siria a ejercer un rol constructivo y específicamente en apoyo al plan de Annan.

Mientras tanto, la oposición siria denunció la muerte de al menos 61 personas, entre ellas siete menores que murieron ayer en distintas zonas de Siria. Las víctimas fatales se registraron en Hama, Idleb, Homs y Aleppo.