Miércoles, 19 de diciembre de 2012 | Hoy
EL MUNDO › POR NO PARTICIPAR EN EL DIáLOGO DE PAZ CON LA GUERRILLA
La negativa del presidente de Fedegan de asistir y participar del encuentro enfrentó nuevamente al presidente Santos y a su antecesor Alvaro Uribe, que salió en defensa de los ganaderos. Las FARC elogiaron el foro agrario.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, criticó la negativa de ganaderos colombianos, controlantes del grueso de las tierras rurales, a participar del foro sobre desarrollo agrícola, cuyos aportes se sumarán el 8 de enero al diálogo de paz en La Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de ese país. “Me parece irracional que un gremio como Fedegan (Federación Nacional de Ganaderos) o, por lo menos, su presidente (José Félix Lafaurie) asuma una posición política de esa índole y se niegue inclusive a enviar propuestas”, remarcó Santos en una entrevista de W Radio.
El mandatario se sumó así a las críticas de los representantes de la sociedad civil y de otras entidades del sector agrícola que anteayer inauguraron este foro de tres días, marcado por la ausencia de los ganaderos. La negativa del presidente de Fedegan de asistir y participar del encuentro, organizado por Naciones Unidas y la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, según lo pactado entre el gobierno y las FARC en La Habana, también enfrentó nuevamente al presidente Santos y a su antecesor Alvaro Uribe, que salió en defensa de los ganaderos.
“Fácil atacar a Lafaurie y al mismo tiempo congraciarse con terroristas de las FARC; lo menos grave que crea el diálogo agropecuario con el terrorismo es incertidumbre y poco crecimiento de producción de alimentos”, señaló Uribe, citado por el diario local El Espectador.
Por su parte, las FARC afirmaron ayer que el destino de su país depende de solucionar el problema de la tierra y el territorio, tras saludar desde La Habana el inicio del foro agrario para contribuir al diálogo de paz. “Nada más trascendental para nosotros que la opinión del pueblo, de sus organizaciones sociales, en torno del problema nodal del conflicto, el de la tierra y el territorio, porque de su solución depende el destino de Colombia”, aseveró la guerrilla, en un comunicado leído por su jefe negociador, Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, al reanudarse la última ronda de negociaciones del año, que se extenderá hasta el viernes.
El titular de la federación de ganaderos rechazó anteayer participar del foro con el argumento de que se debe ser realista y de que el Foro, en vez de ayudar al proceso, lo daña. “Habrá posiciones antagónicas sobre el modelo de desarrollo rural: las FARC, que defienden el minifundio, y nosotros, que creemos que debemos producir para la globalización”, vaticinó.
Inclusive, en declaraciones a la emisora Caracol, consideró que el diálogo social, como aporte a las negociaciones del gobierno y las FARC en La Habana, es inútil y va a ser infructuoso. Los ganaderos de la Fedegan, que concentran 38 de los cerca de 44 millones de hectáreas de campo colombiano, según el diario local El Tiempo, están en contra de que se haga en Colombia una reforma agraria como la concibieron históricamente las FARC.
El Informe de Desarrollo Humano Colombia 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirmó que el 52 por ciento de la gran propiedad agraria está en manos de 1,15 por ciento de la población, mientras el resto tiene sólo pequeñas y medianas posesiones.
El gobierno de Colombia y las FARC debaten desde hace un mes propuestas para el desarrollo agrícola, como el primer tema de una agenda de cinco puntos para el diálogo de paz. La mesa destacó que no se puso plazos fijos para pasar al segundo punto de la agenda: la participación política de la guerrilla tras la solución del conflicto armado.
La delegación del gobierno, presidida por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, entró ayer a la sede de las negociaciones, como es habitual por estos días, sin hacer ningún tipo de declaraciones.
En cambio, Márquez, que encabeza la delegación de la guerrilla colombiana –nacida en los ’60 como guerrilla rural–, leyó el comunicado en el que se subraya que la estructura latifundista de la tenencia de la tierra se mantiene como causa fundamental de la confrontación que desangra a Colombia.
Asimismo, agregó que la guerrilla sigue con el más vivo interés las deliberaciones del foro presidido por una multitudinaria y palpitante esperanza de paz, y enfatizó que en su diálogo con el gobierno defenderán los puntos de vista que sean de la reflexión y el consenso de esos intercambios sobre el tema agrario, cuyas conclusiones se llevarán a la mesa de negociaciones que se reinstalarán el próximo 8 de enero.
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