A poco más de mes y medio de estallar el conflicto post-electoral en México, el entonces aún candidato derechista a la Presidencia de la República se burló de los cuestionamientos de su oponente Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores por su perfil pro empresarial: “Lo que no saben es que desde el gobierno los vamos a rebasar por la izquierda”, dijo el panista el 17 de agosto. Ayer, al anunciar al gabinete económico que lo acompañará desde el 1º de diciembre, quedó claro que mantendrá la visión neoliberal en las políticas públicas imperante en México desde la última década del siglo XX, que abarca a los últimos tres presidentes priístas y al primer presidente panista. “Al que van a rebasar, y por la derecha, será a Vicente Fox”, criticó Mario di Constanzo, “secretario de Hacienda” del gabinete alterno del “presidente legítimo” López Obrador.

Algo de eso hay. En el gabinete calderonista se destaca el futuro secretario de Hacienda Agustín Carstens, quien se desempeñó como subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional hasta mediados de octubre de este año, cuando renunció al cargo para incorporarse al equipo de Calderón. Antes, entre 1999 y 2000, fue director ejecutivo del FMI representando a Costa Rica, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela. El resto del equipo lo integra Georgina Kessel Martínez (Secretaría de Energía), Eduardo Sojo Garza-Aldape (Secretaría de Economía), Luis Téllez (Secretaría de Economía), Javier Lozano Alarcón (Secretaría del Trabajo) y Rodolfo Elizondo Torres (Secretaría de Turismo), quien es el único –hasta ahora– que repite en la cartera que ocupaba en la administración foxista.

Por cierto, ninguno de los miembros del nuevo gabinete económico egresó de alguna universidad pública. Kessel, Carstens y Téllez son economistas del Instituto Tecnológico Autónomo de México; Sojo y Elizondo salieron del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, y Lozano estudió en la Escuela Libre de Derecho. Al menos uno de ellos proviene del PRI: Téllez milita en ese partido desde 1980 y fue secretario de Energía del último presidente priísta, Ernesto Zedillo.

Los nuevos responsables de la política económica de Calderón se comprometieron a trabajar en coordinación con el Poder Legislativo para impulsar la creación de empleos y abatir la pobreza. Pero también anunciaron que tratarán de concretar las reformas estructurales que sus antecesores no pudieron negociar en el Congreso, particularmente en los sectores energético y laboral.

En contraste, el “gabinete” de López Obrador intentará “gobernar” desde el Congreso mediante la promoción de iniciativas a través de los legisladores del Frente Amplio Progresista, es decir, diputados y senadores del PRD, PT y Convergencia, para bloquear medidas “antipopulares y antisociales” del “gobierno espurio” de Calderón.