Fue como una entrega de diplomas. Gabriela Michetti fue presentando uno a uno a los candidatos porteños del PRO, que subieron coreográficamente al escenario. A cada uno le dio un cartel amarillo. Cuando terminó la ceremonia, todos levantaron las cartulinas que decían: “Sigamos avanzando juntos”. Así fue la presentación de la lista, a la que no asistió el jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Michetti lo disculpó porque “labura todo el día en Bolívar” y afirmó que separarán la campaña de la gestión, pese a que el líder de PRO se metió de lleno en la contienda (ver página 5).

“Mauricio no vino porque vamos a diferenciar la campaña de la gestión, lo que no quiere decir que Mauricio no me acompañe alguna vez o que yo no esté en algún acto del gobierno porteño”, explicó la ex vicejefa sobre la ausencia del líder de PRO. “El gobierno nacional va a tener un llamado de atención importante en las urnas y van a cambiar las mayorías en el Congreso”, coincidió Michetti con su ex compañero de fórmula.

Para la presentación, los macristas fueron a lo clásico: el bar Homero Manzi, en la esquina tanguera de Boedo y San Juan. Allí montaron un escenario en el que volvió el amarillo en un panel detrás de los candidatos y en cómodos pins para cada uno, las sillas ordenadas para el público (nada de multitudes). Todo prolijito. Todo PRO.

Michetti entró como una estrella, entre los aplausos de sus seguidores y, muy sonriente, hizo las veces de locutora: presentó uno a uno a los candidatos, que fueron subiendo al escenario y se sentaron detrás suyo.

“Me acuerdo hace seis años cuando Macri me ofreció ser cabeza de lista de legisladores, que muchos decían: ‘¿Y esta quién es?’ y no confiaban. Ahí veo a uno, pero no lo voy a mencionar...”, bromeó. Pero no se pudo contener. “Allá está el que no confiaba”, le apuntó, divertida, al vicepresidente primero de la Legislatura, Diego Santilli.

“Ay, vamos a hacerlo con suspenso, como Teté (Coustarot)”, dijo Michetti, que presentó a los candidatos, siempre con profusas citas de sus estudios en universidades con títulos en inglés –el público PRO dejó escapar una carcajada cuando pronunció “management” como suena en castellano– y con algún aporte personal: en la lista de legisladores cuando mencionó a Fernando de Andreis (“Fer es un amigo del alma”), a Helio Rebot (“Es mi subsecretario de Derechos Humanos”), a Carmen Polledo (“Tiene 4 nietos. Me parece que sos de las más grandes”) y a Marta Varela (“No dice acá tu edad, ¿eh?”). Y en la de diputados cuando subieron Jorge Triaca (“Es mi colega en silla de ruedas”) y Paula Bertol (“Sus amigos tenemos que decir que canta y baila muy bien”).

Entre los nuevos en el espacio se pudo ver, enfundada en un piloto negro, a la ex directora ejecutiva de Poder Ciudadano Laura Alonso, que aclaró de entrada: “Ya entregué mi declaración jurada”. También estuvo la ahora ex kirchnerista Ivana Centanaro, que justificó su salto a las listas del macrismo a último momento: “Este espacio me contiene porque defiende la autonomía”. Michetti también la defendió. “Nuestros legisladores venían conversando con ella, que estaba disconforme con su espacio, así que no me resulta sospechoso”, aseguró a Página/12.

“Somos obstinados con la policía y ahora voy a poder estar en el Congreso para pelearla con mi propio cuerpo”, prometió Michetti, que le pidió a Néstor Kirchner que “si asume, tome una actitud más dialoguista”. “No necesitamos hacer un pacto de no agresión con Carrió ni con nadie”, advirtió la ex vicejefa, quien reconoció que “va a ser difícil construir un proyecto conjunto” con Francisco de Narváez y Felipe Solá tras las elecciones. “Tenemos diferencias, pero se pueden resolver”, estimó.

–¿Cómo explica que Solá ubicara a su novia en la boleta para luego retirarla? –le preguntó este diario.

–Yo tomo su palabra de por qué la puso y después la sacó. Sintió que era un mal gesto para la sociedad y que no quería que se la bastardeara por ser mujer de él.