Los macristas negociaban contra reloj para lograr que hoy se apruebe el Presupuesto porteño. Para revertir la situación que se dio el año pasado –cuando la ley estuvo a punto de ser rechazada por amplia mayoría–, el PRO fue a la reunión de Presupuesto de ayer cargado de concesiones a la oposición: ofrecieron incorporar el aumento salarial al Presupuesto, sacar de la ley el endeudamiento y el uso de ganancias de Banco Ciudad y sincerar la inflación. También estaban negociando mayores partidas para salud. Con estos cambios, podrían conseguir que finalmente se apruebe la ley con la abstención de un sector de los opositores. Salvo los macristas, prácticamente nadie tiene previsto votar a favor.

Temprano, el presidente de la Comisión de Presupuesto, el macrista Alvaro González, tuvo una reunión con los representantes de Sutecba para discutir el piso salarial. El encuentro tuvo como fin presionar a los otros bloques: si no se aprueba la ley, se demora la negociación. Luego, González presidió la reunión de la Comisión de Presupuesto: allí sacó a relucir una serie de cambios que pedían los opositores con el objetivo de que la sesión no vuelva a naufragar, como les ocurrió la semana pasada.

Entre las modificaciones, está la incorporación del aumento salarial de los docentes (32,4 por ciento) al Presupuesto –sumado al de los médicos y municipales, serán 1822 millones de pesos– y la salida de escena de dos temas ríspidos: el endeudamiento de más de 400 millones de dólares deberá aprobarse con una ley especial y la obtención de dividendos del Banco Ciudad por parte de la gestión PRO también será tratada en una norma aparte. Los opositores también escucharon la promesa de que el Presupuesto contará con un nuevo cálculo de inflación: sería de entre el 25 y el 28 por ciento. Eso también fijará un piso para el aumento salarial. Los macristas también tuvieron que conceder mayores fondos para Salud, en el Hospital Garrahan, el Tobar García y en un tomógrafo para el Tornú y para el Instituto Espacio para la Memoria.

La ley de Presupuesto se aprueba por mayoría simple y los macristas tienen 24 legisladores, a los que se podrían sumar los dos de la bancada de Francisco de Narváez, que conduce Daniel Amoroso. Necesitan que algunos bloques opositores se abstengan, para que no les pase lo que les ocurrió a fines del año pasado, cuando había más votos en contra que a favor. Los macristas se salvaron aquella vez con un cuarto intermedio.

Con las nuevas modificaciones, el panorama en la Legislatura era propicio, aunque todo puede cambiar a último momento. Estaban evaluando abstenerse la Coalición Cívica, Diálogo por Buenos Aires, Nuevo Encuentro y el bloque peronista (si no vuelven a recibir una contraorden de Casa Rosada). La abstención de estos opositores estaba sujeta a que los cambios que prometió el PRO se vean en los papeles hoy. “Si todo es como dicen, nos abstendremos. Pero estos muchachos tienen tendencia a mentir”, desconfiaba un jefe de bloque. “Es un triunfo de la oposición: nos tuvieron que dar todo lo que pedíamos”, bajaba línea otro.

En cambio, se opondrán los legisladores de Proyecto Sur, el MST y el kirchnerismo. Desde el espacio de Pino Solanas ya habían adelantado su postura en el comunicado posterior a las palabras de Macri en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura. Además, presentaron su propio proyecto de Presupuesto “priorizando las necesidades sociales y no los negocios privados, como hace Macri”.