El radical Ricardo Alfonsín y el líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, dejaron en claro que no se sumarán a la propuesta de unir a toda la oposición en un frente anti K para las elecciones presidenciales. “No creo que una nueva Unión Democrática o una alianza entre quienes piensan diferente pueda ganar las elecciones”, sentenció Alfonsín. “Nacimos para intentar construir una alternativa a las dos fuerzas que tradicionalmente han gobernado la Argentina. No formamos parte de esto, tampoco nunca he sido amigo de ser ‘anti’. La alianza ya fue”, reiteró Solanas. Aunque la coincidencia de los dos candidatos presidenciales en el rechazo a la idea que motorizan el macrismo y el PJ disidente no significa un acercamiento entre ambos para confluir en la construcción de un “frente progresista” que proclaman desde otros partidos de centroizquierda.

Antes de partir hacia Salta –para participar en la campaña de la UCR en la elección que el próximo domingo elegirá al nuevo gobernador salteño–, Alfonsín quiso dejar sentada su postura sobre la intención de confluir en un frente único opositor al Gobierno. “La idea que tienen algunos de reunir en una misma propuesta política a todos los que piensan diferente no es lo que espera la sociedad. La sociedad quiere certezas, posiciones claras, quiere saber cuáles serán las alianzas y los distintos programas para enfrentar los diferentes problemas que tenemos los argentinos”, sostuvo el precandidato presidencial de la UCR en un comunicado.

“No creo que una nueva Unión Democrática o una alianza entre quienes piensan diferente pueda ganar las elecciones. Pero además, si pudiera hacerlo, después sería muy difícil gobernar y de esa manera estaríamos asegurando el regreso del actual partido de gobierno”, agregó luego para darle contundencia al texto que distribuyó antes de subirse al avión.

El diputado radical Juan Pedro Tunessi se encargó de manifestar el disgusto del alfonsinismo con otros sectores partidarios que se plegaron a la propuesta del frente anti K: “Alfonsín es el candidato de la UCR, porque cumplió las reglas acordadas y fue proclamado. Las minorías del partido buscan alianzas porque no tienen consenso en la UCR y nunca se animaron a plantear sus políticas de alianza con la derecha peronista ni con el macrismo”.

La dureza de Tunessi expresa la “bronca” del sector encolumnado con Alfonsín por la forma en que esos mismos sectores partidarios habrían “inducido” al candidato a firmar el documento “El deber de cuidar la democracia” que –vinculado con el conflicto gremial que impidió la circulación del diario Clarín– suscribieron otros presidenciables como Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Elisa Carrió, Felipe Solá y Ernesto Sanz. Aunque por ahora los alfonsinistas guardan bajo llave los elementos que los llevan a esa conclusión y que amenaza con desatar otra crisis en la UCR.

Solanas tampoco se subió a la propuesta opositora del frente anti K al mismo tiempo que volvió a tomar distancia del radicalismo. “Nosotros trabajamos en la construcción de una alternativa al bipartidismo del PJ y la UCR y no vamos a cambiar ese rumbo por una alquimia electoral”, sostuvo el cineasta ante Página/12.

“El documento que se firmó el otro día fue en defensa de la libertad de expresión, aunque lo que abunda no daña, pero lo que hay ahí es una maniobra política: que aparezca Macri como un ángel diciendo que pone su candidatura a disposición para la unión de la oposición es maniqueo. No se trata de candidatos, sino de espacios y construcciones políticas diferentes, y no queremos ofrecer a los ciudadanos una nueva frustración. La Alianza ya fue”, remarcó Solanas. También desistió de un acuerdo electoral con el radicalismo. “La propuesta de un frente progresista que incluya a la UCR... la verdad que un espacio así no nos contiene. Tenemos proyectos diferentes y no queremos intentar una nueva versión de la Alianza”, insistió Solanas y replicó a las propuestas de radicales y del GEN para que baje su candidatura presidencial y pelee por la Jefatura de Gobierno porteña: “Les agradezco las recomendaciones y deseos, pero la verdad es que no son simpáticos. Parezco un florero o un adorno que les gusta a todos, pero que quieren cambiar de lugar. Con ese mismo criterio yo le diría a Alfonsín que asegure un gobierno en Buenos Aires distinto al de (Daniel) Scioli y las otras alternativas que existen en la provincia”, sentenció.