El presidente del Comité Nacional de la UCR, Angel Rozas, y el titular del bloque de senadores, Gerardo Morales, fracasaron ayer en su intento por apurar una definición del gobernador socialista Hermes Binner y consolidar la alianza entre el radicalismo y el socialismo antes de la primaria abierta santafecina del 22 de mayo. La comisión del radicalismo se volvió con las manos prácticamente vacías, ya que incluso no logró reunirse con Binner, que se encontraba de recorrida proselitista apoyando a su candidato. Rozas y Morales sólo alcanzaron el compromiso socialista de tener finalizada una plataforma de gobierno para el 31 de este mes. Además, no pudieron torcer el rechazo respecto de un acuerdo con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.

“Hay una inquietud de parte de ellos (los radicales) por los tiempos, pero nosotros estamos atados a lo que pase en la provincia”, le relató a Página/12 el senador provincial Juan Carlos Zabalza, mano derecha de Binner, que encabezó el encuentro acompañado por la diputada socialista Alicia Ciciliani y el presidente del bloque de diputados provinciales, Raúl Lamberto.

Aunque señalaron que la reunión se produjo en buenos términos, no pudieron arribar a ningún acuerdo concreto. Los emisarios de Ricardo Alfonsín buscaban apurar la definición porque temen una reacción de Binner que los deje mal parados a nivel nacional y sin tiempo suficiente para rearmarse. Si el delfín de Binner, Antonio Bonfa-tti, pierde la interna con el senador Rubén Giustiniani, el gobernador podría resignar cualquier candidatura a nivel nacional, ya sea a presidente o vice. Si, en cambio, Bonfatti gana, los radicales advierten que el socialista podría buscar la presidencia junto al líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, el cordobés Luis Juez y la bonaerense Margarita Stolbizer.

“Nosotros les ratificamos nuestra decisión de continuar adelante en el Frente Progresista y en este momento estamos trabajando en el programa. No cambiamos la posición ni cambiamos las reglas de juego a mitad de camino”, explicó Zabalza a este diario, deslizando una crítica solapada ante el repentino giro del alfonsinismo hacia el centroderecha, en busca del colorado De Narváez.

De todas maneras, el tema de la provincia de Buenos Aires no fue abordado de lleno en el encuentro y solo se tocó lateralmente. Los radicales buscaron minimizarlo. “Lo de De Narváez es un tema distrital, exclusivamente en la provincia de Buenos Aires”, aseguró Rozas, y agregó que el Peronismo Federal “no tiene lugar” en el armado del frente nacional. Los socialistas acusaron falta de “representatividad partidaria” para hablar formalmente sobre el tema; sin embargo, les hicieron saber que la opinión de los referentes del frente progresista en la provincia de Buenos Aires tendrá impacto de la constitución o no de la alianza entre radicalismo y socialismo a nivel nacional.

En verdad, tanto el GEN de Stolbizer como el socialismo bonaerense se expresaron públicamente en contra de una lista de adhesión de De Narváez. Esta reunión de la UCR apuntó no sólo a la cuestión de los plazos, sino también a lograr una definición del socialismo habilitando la incorporación del empresario y obligando al GEN a aceptar para no terminar aislado. Ayer Stolbizer juntó a sus dirigentes más cercanos para seguir el avance de las negociaciones en Capital por el cierre de presentación de alianzas y estudiar en Buenos Aires las alternativas ante un eventual acuerdo de la UCR con el Colorado.

Para meterle presión a Binner, hace algunos días los radicales habían echado a correr el rumor de que podrían restarle su apoyo al socialismo en las elecciones generales de Santa Fe, debilitando las chances del Frente Progresista y favoreciendo a la oposición. Además, lanzaron el nombre del ex ministro de Economía Roberto Lavagna como eventual Plan B, en caso de fracasar el acuerdo con los socialistas. “Binner no los recibió porque nos enteramos por los diarios que querían una reunión”, se quejaron en el socialismo. Además, les achacaron que, si querían una reunión institucional, debían hacerla en la sede del PS en Capital y no en Rosario.

Ante la imposibilidad de cerrar con el gobernador, en la UCR ratificaron ayer que el socialismo es la opción número uno, pero advirtieron que “nadie es imprescindible”. “No vamos a ser una alianza testimonial y la UCR es un partido con vocación de poder que quiere ganarle al kirchnerismo, pero eso no significa desvirtuar nuestro pensamiento”, indicó Rozas.

Por ahora, el frente progresista sigue congelado. Mientras los socialistas continúan postergando una resolución, los radicales avanzan por lo bajo con De Narváez, pero se ven imposibilitados de formalizar. En el alfonsinismo se debaten entre seguir esperando o dejar al socialismo para volcarse definitivamente a un armado con el peronismo disidente.