Fue una fiesta PRO. Globos, remeras y luces multicolores, la música al palo y una pasarela por donde desfilaron todos los candidatos. Mauricio Macri salió al ruedo del microestadio de Ferrocarril Oeste mientras sonaba de fondo el “Arde la ciudad”, de la Mancha de Rolando. “Borom, bom, bom, para Mauricio la reelección”, cantó la tribuna. “Cada vez que escucho este cantito me entusiasmo y pienso que dice ‘para Mauricio la selección’”, arrancó Macri como chiste de apertura, antes de repasar una vez más su paso por Boca y concluir con un “acá hay equipo” para presentar a su compañera de fórmula para la Jefatura de Gobierno, María Eugenia Vidal, y casi todos los candidatos a legisladores en la Ciudad. “Soy una de ustedes”, dijo Vidal. “Ley y orden”, proclamó el rabino Sergio Bergman, primero en la lista de legisladores. “Este es el espacio más plural que conozco”, señaló Cristian Ritondo, segundo en la boleta. “No se equivoquen y castiguen a los porteños por pensar distinto”, tiró sobre el cierre Macri ante la supuesta “extorsión” del gobierno nacional. “A trabajar, a trabajar, a trabajar”, cerró Mauricio y estalló Gilda en los parlantes para dar comienzo al dancing de todos los candidatos.

“Mauricio y Mariu” (por Vidal) oficiaron de locutores y no pararon de mirar a las cámaras de TV en un acto multicolor donde todo parecía guionado junto a las consignas que oficiarán de ejes de su campaña electoral. “Me preguntaban por qué otra vez una mujer. Y la verdad es que las mujeres del PRO son muy buenas”, dijo Macri, de camisa celeste para presentar a su compañera de fórmula y “sorprenderla” con un video sobre su vida privada y como funcionaria. Vidal aparecía junto a su familia, al lado de Mauricio y de Shakira y bailando un tango en La Boca, con Los Beatles de fondo que luego dieron paso a “Mariposa technicolor” de Fito Páez.

María Eugenia, de camisa violeta y pantalón negro, volcó en consignas las imágenes del video. Habló de su “abuelo inmigrante” y su “abuela del campo”, su pertenencia al barrio de Flores (aunque ahora vive en Castelar), su condición de madre y esposa del compañero de estudio que “conocí en la facultad”. “¡Soy una de ustedes!”, gritó Vidal para acercarse a los simpatizantes que la vivaron. Les agradeció la confianza “a vos, Mauricio”; a Gabriela Michetti, “que les abrió lugares a las mujeres” y a su referente político, Horacio Rodríguez Larreta. “¡Acá está!”, volvió a gritar como maestra jardinera cuando pidió ubicar a “mi equipo” para sumarlo a los agradecimientos.

“Borom, bom, bom, rabino Bergman legislador”, gritó la hinchada propia del religioso que repetía lo que llevaban escritas sus remeras blancas. “El PRO no sólo nos llama a que votemos sino a que participemos”, arrancó el rabino para justificar su paso de “diez años en la política cívica a la política partidaria”. “Me decidí por vos”, lanzó Bergman casi como un pastor repitiendo la consigna del reverso de las remeras de sus seguidores. “No nos van a correr con un Frente para la Victoria. Nosotros somos un frente para la república”, soltó como consigna para enfrentar al kirchnerismo en la Ciudad. “Un médico ahí”, repitió al estilo radical para señalar a una señora apretada frente a la pasarela de los candidatos. A pesar de la señas para que “redondee” el discurso, Bergman no paró. “Ley y orden”, lanzó como identificación de su pensamiento y volvió a modificar la letra del Himno Nacional para proclamar “oh juremos con gloria vivir”.

“Este es el espacio más plural que conozco”, dijo Ritondo y explotó la popular. A partir de allí, les dio la “bienvenida” –otra de las consignas del acto– a todos los que se sumaban al PRO, incluso a “los vecinos que no deben estar tras las rejas (de sus casas) sino los ladrones”. La tribuna desplegó la bandera “Peronismo Lealtad”, que identifica su procedencia. La barra era de La Boca, Barracas, Villa Soldati y Mataderos, el fuerte territorial de Ritondo.

Macri volvió a tomar el micrófono para cerrar el acto. “Quiero decirles que no se equivoquen. Ahora que están definidas las candidaturas, no se equivoquen queriendo castigar a los porteños porque piensan distinto. Ese no es el camino, no queremos planteos extorsivos”, afirmó Macri apuntándole al Gobierno, y llamó a “trabajar” por su reelección.

Ya habían desfilado todos los candidatos, que uno a uno se acercaron a la pareja de la fórmula para posar para las cámaras. El único ausente fue el resistido ex funcionario menemista Rogelio Frigerio, a quien Macri ubicó en la lista de legisladores. Tras la palabras de Macri, el DJ lanzó Gilda con “No me arrepiento de este amor” y todos los candidatos comenzaron a bailar en la pasarela. El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, encabezaba el trencito sobre la cancha de básquet del microestadio de Ferro. El sello de que se trataba de otra fiesta PRO.