El calendario electoral 2011 entra en su última etapa: superadas las primarias abiertas y simultáneas, y de cara a las elecciones generales del 23 de octubre, tres provincias deberán definir sus autoridades desdobladas de los comicios nacionales. El domingo que viene, en Tucumán, el gobernador José Alperovich buscará su tercer mandato y todo parece indicar que no tendrá problemas para lograrlo. En tierra tucumana, la presidenta Cristina Kirchner obtuvo hace ocho días el 65 por ciento de los sufragios y, aunque el mandatario dividirá esos votos con la diputada nacional Stella Maris Córdoba, cercana a la Casa Rosada pero opositora a nivel provincial, todos los sondeos descuentan que será el candidato más votado el domingo 28. Hay otros diez aspirantes a la gobernación tucumana, que incluyen a los dos hermanos Ricardo y Luis José Bussi, hijos del represor y ex gobernador Antonio Domingo Bussi (ver aparte). Una vez superados los comicios tucumanos, las últimas escalas del circuito electoral serán el 18 de septiembre en Chaco –el mismo día se elegirán autoridades en la ciudad de Córdoba (ver página 6)– y, una semana más tarde, en Río Negro.

Alperovich, que gobierna Tucumán desde 2003, fue habilitado por la Corte Suprema de la provincia hace poco más de un mes para intentar la re-reelección, aunque la Carta Magna de esa provincia sólo permita dos mandatos consecutivos. El argumento es que, tras la reforma constitucional que habilitó la reelección del gobernador, llevada a cabo por su iniciativa en 2005, el período que comenzó en 2007 y termina a fin de año es el primero y no el segundo bajo el nuevo ordenamiento jurídico, por lo que –técnicamente, según el argumento alperovichista– ésta sería una “primera” reelección. Así lo entendió el máximo tribunal provincial, que el 17 de julio pasado finalmente le concedió la razón. El mismo argumento habilita a buscar un nuevo mandato a un puñado de intendentes que acompañan al gobernador desde 2003 y que también tenían vetada la posibilidad de continuar en sus cargos. Al igual que en 2007, el compañero de fórmula de Alperovich será Juan Manzur, quien acompañó el segundo período del gobernador hasta el 2009, cuando fue convocado por Cristina Kirchner para dirigir el Ministerio de Salud.

Para imponerse, el gobernador deberá retener buena parte del 65 por ciento de los tucumanos que hace ocho días votaron a la presidenta Cristina Fernández en las PASO, y su principal obstáculo en esta tarea será la diputada nacional Córdoba, que forma parte de la bancada del Frente para la Victoria en el Congreso pero, en Tucumán, se opone a la gestión de Alperovich. Para esto fundó la coalición partidaria Proyecto Popular, de fuerte sesgo kirchnerista y también peronista, con la que pretende corroer la base de apoyo del gobernador.

Otro candidato que espera la caída del favorito para intentar un batacazo es el senador nacional José Cano, radical que se presenta bajo el sello del extinto Acuerdo Cívico y Social y apoya la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín. El duhaldista Julio Díaz Lozano (Frente de Unidad Popular y Federal) también hará lo propio. Además de la gobernación, se ponen en juego escaños de la legislatura provincial, intendencias y concejalías.

Los electores habilitados para votar en Tucumán son algo más de un millón: representan el 3,5 por ciento del padrón nacional, un número importante teniendo en cuenta que se trata de uno de los distritos de menor extensión territorial. En las primarias del 14 de agosto, en las que se registró un récord de participación (acudieron a las urnas casi el 81 por ciento de los empadronados), la Presidenta obtuvo una cómoda victoria en la provincia, como en buena parte del país: con más de medio millón de votos le alcanzó para quintuplicar los votos del segundo, 65,45 por ciento contra 13,70 de Ricardo Alfonsín. Más atrás, lejos, figuraron Eduardo Duhalde (5,80), Hermes Binner (5,76) y Alberto Rodríguez Saá (4,36).

Después de Tucumán y antes de las nacionales, sólo restará por resolverse la situación en el Chaco, el 18 de septiembre, y en Río Negro, una semana más tarde. En la provincia del nordeste, el peronista-kirchnerista Jorge Capitanich es amplio favorito para conseguir la reelección contra un viejo conocido: el radical Roy Nikisch, que lo había vencido en la misma instancia en 2003. En el distrito patagónico, en cambio, la puja se dará entre el radicalismo K que gobierna la provincia y que lleva como candidato al actual ministro de Educación local, César Barbeito, y el PJ también alineado a la Casa Rosada, que lleva en su boleta a Carlos Soria.