EL PAíS › EL FISCAL Y LOS INVESTIGADORES PROMETEN NOVEDADES EN EL CASO CANDELA

“Se van a llevar una sorpresa”

Contra reloj se busca consolidar una causa que, explican, “no depende del testigo”. El punto fuerte parece ser el ADN encontrado en la casa de la calle Kiernan.

 Por Raúl Kollmann

El fiscal Marcelo Tavolaro y la plana mayor de la Policía Bonaerense corren contra el tiempo: necesitan encontrar evidencias que consoliden el hilo del cual tiran y que tiene el punto fuerte en un análisis de ADN. Los investigadores afirman que la pista sobre la que trabajan, que tiene en el centro a Hugo Bermúdez, es sólida y no se basa únicamente en el testigo de identidad reservada. Pero se niegan a revelar cuáles son esas pruebas. “Entre lunes y martes se van a llevar una sorpresa. Los elementos son muy firmes”, afirman.

Desde el punto de vista legal, la nueva modificación del artículo 233 bis de la ley 14.257 prohíbe específicamente basar la detención de una persona sólo en un testigo de identidad reservada. Esto significa que se necesitará más evidencia para sostener las actuales detenciones.

A diez días de la aparición del cuerpo, el caso suma preguntas, varias de ellas aún sin respuesta:

1 ¿Es falso el testigo de identidad reservada?

Es claro que se trata del hombre que esta semana apareció como Alejandro en algunos medios y como Pedro en otros. También su esposa, Mariela, dio la cara. Los investigadores niegan que ellos sean los testigos, pero el texto –groseramente filtrado por alguien del juzgado, no de la fiscalía– lo demuestra con claridad.

Al menos por ahora, el testigo de identidad reservada aportó un elemento que, en principio, es invulnerable. Declaró ante el fiscal el miércoles 31 de agosto y dijo que Candela estuvo en la casa de la calle Kiernan y en la vivienda de Charrúas. Después de su declaración, se allanó la casa rosa de la calle Kiernan y allí se encontró ADN que corresponde a Candela. Los genetistas que hicieron las pruebas son de prestigio y todos los especialistas consultados por este diario afirman que no hubiera sido fácil plantar tanto la cuchara como el vaso en el que se encontró el perfil genético de la niña.

Y no sólo está el ADN. También comida que –a priori– se parece a la que tenía Candela en el estómago y que fue ingerida entre tres y cuatro horas antes de su muerte. El cotejo es científicamente imposible, porque los jugos gástricos deterioran lo que hay en el estómago, pero sería el mismo arroz con carne o pollo.

Hay otro elemento adicional. La dueña de la casa rosa, Gladys Cabrera, había alquilado la casa a una pareja. Sorpresivamente les pidió que le devolvieran la vivienda por tres días, el lunes 29 de agosto, el martes 30 y el miércoles 31, el día que apareció el cuerpo de Candela. Y a eso se suman algunos testigos que afirman que vieron sacar bolsas ese mismo miércoles.

2 El carpintero

Hay otros elementos del testimonio que parecen endebles y hasta armados. Es más, las voces en el barrio señalan que los testigos de identidad reservada parecen tener más relación con el caso que el carpintero Ramón Néstor Altamirano. Como lo dice el mismo testimonio, la esposa del testigo intercambiaba mensajes de texto con el principal imputado, Hugo Bermúdez.

Hay una relación entre los testigos de identidad reservada –marido y esposa–, Bermúdez y Carola Labrador, la madre de Candela. Todos los protagonistas lo niegan, pero los investigadores dicen que lo tienen probado.

¿Hay alguna evidencia contra el carpintero, tan defendido por el barrio? “Estamos haciendo las pruebas genéticas”, contestan lacónicamente desde la investigación. Por ahora, hay dos elementos: que estuvo en la casa de la calle Kiernan y que llevó la comida. A primera vista, no parece ser suficiente.

3 El principal imputado

Como es obvio, su familia salió a defenderlo y argumentó que no vende drogas ni es un pesado, como señalan en el barrio y también dice el testigo de identidad reservada. Su esposa sostiene que la causa en la Justicia federal por venta de cocaína y la que está en la Justicia de Bahía Blanca por piratería del asfalto son cosa del pasado. Niegan también que exista relación con Carola y con Candela. Todo esto debería surgir de las comunicaciones telefónicas.

Esto último tiene su importancia. Recuérdese que, por sus mensajes iniciales, la impresión de Carola es que Candela estaba con alguien conocido. Por eso le decía que le cargó crédito en el celular y que le mandara mensajes. Por supuesto que los investigadores creen que Candela estaba con Hugo, pero hasta el momento no exhiben la evidencia.

Tampoco ha trascendido hasta ahora si tienen alguna prueba de la presencia de Hugo en la casa rosa. Ese sería un elemento vital y los investigadores tomaban declaraciones anoche sobre ese punto.

En la casa del imputado encontraron una campera de una niña menor y se la mostraron a Carola el viernes. La madre de Candela dijo que no era de su hija. De todas maneras, tampoco los investigadores confían demasiado en los dichos de Carola. Desde el principio, sospechan que esconde parte de la historia.

4 ¿Por qué mataron a Candela?

Casi como desde el primer día, los dos móviles siguen como posibilidades abiertas. La autopsia demostró que existen algunos indicios de abuso sexual. Y esos datos no pueden desconocerse cuando quien fue víctima del abuso es asesinada. A esto se agrega que Candela estuvo con alguien conocido, porque está claro que su cuerpo no tiene rastros de un cautiverio como el habitual en personas secuestradas.

También sigue vigente la hipótesis de una interna relacionada con drogas. Para los investigadores no se trata de grandes narcos, porque todo se desarrolla en veinte cuadras a la redonda. Pero quienes aparecen sindicados tienen antecedentes en ese delito así como en la piratería del asfalto. Igualmente parece claro que quien arrojó el cuerpo supo cómo hacerlo sin dejar rastros: le sacó la ropa a Candela y las cuerdas con las que habían preparado el cadáver para meterlo en las bolsas.

La reforma del artículo sobre testigos de identidad reservada pone límites muy estrechos. En un juicio oral, el testigo tendrá que dar la cara y, si no lo hace, las pruebas que haya aportado no se podrán tomar en cuenta. Y tampoco puede haber condena únicamente sobre la base del testimonio de identidad reservada. Se necesitan otras pruebas. Tal vez por hermetismo, pero tal vez porque todavía no existen, hasta el momento esas pruebas adicionales –salvo el ADN en la casa de la calle Kiernan– no se conocen. “Estamos muy avanzados y por el camino correcto. Le repito: el lunes o martes se van a sorprender”, insisten. Se enfrentan a las dudas de buena parte de la sociedad.

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En la casa de la calle Kiernan se encontraron rastros claros de ADN de la niña asesinada.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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