La elección de representantes estudiantiles en los secundarios bonaerenses ganará a partir del próximo año dos aspectos: institucionalidad y mayor conciencia en los estudiantes sobre su rol. Mediante una resolución que firmará la semana próxima el ministro de Educación, Mario Oporto, se dispondrá que todas las escuelas secundarias, tanto públicas como privadas, realicen la elección de delegados para el centro de estudiantes, y que el acto se ejecute en la semana del 16 de septiembre. La medida tiene como objeto convertir la jornada de memoria por La Noche de los Lápices –“el símbolo más brutal” contra la participación estudiantil– “en una fecha democrática y participativa”, definió el ministro Oporto ante Página/12. Según informaron desde la cartera educativa, actualmente hay poco más de 1500 centros estudiantiles conformados, y el techo a alcanzar ronda los 3000.

El impulso que da el ministerio a las elecciones de delegados del estudiantado surge de entender que “se alcanzó un grado de madurez” en la relación entre autoridades gubernamentales, alumnos y docentes, “que amerita dar organicidad y normar” los actos electivos. Oporto aclaró que “un largo proceso de diálogo” llevó a esta definición y que la medida no hubiese tenido la misma impronta de haber sido impuesta por decreto.

Ahora, todos los años la semana del 16 de septiembre será “la semana de la participación y el compromiso estudiantil”, sin distinción entre instituciones públicas y privadas.

Gustavo Oliva, ex rector del Colegio Nacional de La Plata (2004-2010), evaluó la decisión como “una medida más” para “profundizar la democracia” y “mejorar la oportunidad que tienen los jóvenes de ser partícipes”. En esa línea, Lautaro Krol, presidente del centro de estudiantes del Normal 1 de La Plata, celebró el anuncio del ministro: “Viene a institucionalizar la participación política de los estudiantes”. Para Krol “es destacable” la actitud del Estado, ya que avanza en “que el reconocimiento de los estudiantes no dependa de la buena voluntad de un directivo”.

A la fecha, el ministerio reporta el funcionamiento de 1541 centros de estudiantes en secundarias y esa cifra debería llegar a 3000 en los próximos años, aunque no necesariamente bajo la modalidad de centro. Desde Educación consideran que cada escuela debe autogestionarse respecto de las características organizativas. “Vamos a dar pautas generales”, porque de lo contrario “hay peligro de quitar libertad” a cada comunidad educativa, explicó Oporto. El funcionario contó que hay experiencias de “clubes estudiantiles”, “organizaciones solidarias”, y otras “más reivindicativas” de derechos gremiales. Sea cual fuere la forma de expresar las inquietudes, Oporto remarcó que “el camino es encontrar espacios” para que los alumnos participen en la vida política y social de su escuela.

Esa meta, la participación y el compromiso de los estudiantes, tiene dos vías por las que se puede alcanzar: la propia iniciativa del alumnado y el fomento de autoridades políticas y escolares. En lo que compete al ministerio, Oporto recordó una serie de acciones que considera se alinean en esta tarea. La eliminación de las amonestaciones y su reemplazo por los pactos de convivencia, y la inclusión de la materia “Construcción de Ciudadanía” fueron medidas que tuvieron a “la participación comunitaria del estudiantado como eje central”.

Dado este marco, de “participación impresionante” de los jóvenes en la actividad política, Oliva sostuvo que es oportuno “ir por más”. “Los estudiantes no sólo deben ejercer la actividad gremial sino que se deben promover el pensamiento y la reflexión política”, sugirió el experto en educación, ahora candidato a senador provincial por el FpV. Según el análisis de Oliva, hay una relación directa entre una juventud que “le ha encontrado materialidad a la palabra política”, porque a su vez “las políticas educativas los tienen en cuenta a ellos”. Todo este cuadro se debe aprovechar para “formar alumnos críticos y constructivos”, evaluó.

Krol también hizo mención a la “creciente participación de los jóvenes” en política, que se reflejó ayer en las calles de La Plata, cuando los estudiantes recordaron La Noche de los Lápices. El dirigente sostiene que esta efervescencia debería servir para “conseguir medidas generales, como un boleto estudiantil universal”.

Al respecto, Oporto indicó que la existencia de un rol activo de los estudiantes “forma parte de la misión de la escuela secundaria”. “No sólo debemos preparar jóvenes que entren a la universidad o consigan un empleo, tenemos que generar ciudadanos”, concluyó el ministro.

Informe: Leonardo Rossi.