EL PAíS › CARLOS SORIA ANALIZó SU BATACAZO EN LAS ELECCIONES EN RíO NEGRO

“Cristina siempre respondió”

El candidato del Frente para la Victoria obtuvo el 49,11 por ciento de los votos contra el 23,23 del radical Barbeito, fuerza que gobernó la provincia durante veintiocho años. El Gobierno calificó el triunfo como “histórico”.

“Una provincia rica que debe producir, con autoridad y orden. Esto no es autoritarismo, sino que hay que trabajar mucho, desde el gobernador hasta el último empleado público.” El gobernador electo de Río Negro, Carlos Soria, trazó así las líneas que desarrollará a partir del 10 de diciembre, cuando asuma como el primer peronista en alcanzar el poder en ese distrito desde el reestablecimiento de la democracia, en 1983, y el segundo en toda la historia. El actual intendente de General Roca, que triunfó en los comicios con la boleta del Frente para la Victoria, reafirmó sus lazos con la Casa Rosada al agradecerle a la presidenta Cristina Kirchner porque “siempre respondió” cuando la provincia pasó por “momentos muy difíciles” como “la crisis de la fruticultura” y “la emergencia volcánica”. Desde Buenos Aires, el gobierno nacional le devolvió gentilezas por medio del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que calificó como “histórica” la victoria del justicialismo rionegrino, que además consiguió mayoría propia en la Legislatura unicameral y se impuso en 13 de las 20 localidades que eligieron ayer a sus intendentes. Ayer por la noche, con el 94,85 por ciento de las 1340 mesas escrutadas, Soria obtenía el 49,11 por ciento de los votos válidos, contra el 23,23 de su rival, César Barbeito.

“Voy a agradecerle (a la Presidenta) porque cada vez que la convocamos para que enviara un ministro, una solución, una ayuda, siempre estuvo. Le pedimos colaboración con la provincia en momentos muy difíciles, y Cristina siempre respondió”, aseguró Soria ayer en declaraciones a la prensa. El mandatario electo busca reforzar sus vínculos con el kirchnerismo, donde algunos sectores lo resisten por su actuación como titular de la SI durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. El domingo por la noche, en su primera aparición pública tras resultar electo, también se había manifestado en el mismo sentido: “Necesitamos que CFK sea presidenta el 23 de octubre, es el gran paraguas que nos cobija.”

Esas señales fueron bien recibidas en Buenos Aires, donde Aníbal Fernández destacó los resultados del comicio, que sorprendieron incluso a la tropa propia: “Soria, en valores absolutos, va a sacar algo así como 165 mil votos, 45 mil votos más que el candidato radical, por lo cual es un resultado histórico. Hace 28 años que gobierna el radicalismo esa provincia”, repasó el funcionario. No fue el único miembro del gabinete nacional que lo respaldó: el mismo domingo de las elecciones, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, viajó a General Roca a dar su apoyo al ganador y se comprometió a “fortalecer el compromiso con Río Negro” en “una oportunidad histórica” para la provincia y para el país. Además, en el entorno del gobernador electo aseguran que ya está todo arreglado para viajar a Buenos Aires, donde se entrevistaría con la Presidenta.

“La gente sabe premiar y sabe castigar”, sentenció Soria al ser consultado por los motivos que permitieron que el PJ se imponga en ese bastión radical por un margen cercano a los 20 puntos. Se trató, sostuvo, de “una expresión de cansancio y hartazgo de la sociedad” con la fuerza política que gobernó esa provincia desde el fin de la última dictadura. “¿Por qué iba a darles cuatro años más si tuvieron 28 y no supieron hacer las cosas?”, insistió, dando como contraejemplo las “buenas gestiones en General Roca, Cipolletti, San Antonio o Villa Regina”, localidades encabezadas por el PJ. “Esto significa una gran responsabilidad. Los rionegrinos querían un cambio y nosotros debemos dar respuestas, enseguida. No van a esperar 28 años, quieren medidas rápido”, sostuvo.

Aunque aclaró que no piensa despedir a trabajadores estatales, tal como se comentaba durante la campaña, Soria puso énfasis en la necesidad de ajustar algunas variables económicas. “No se puede gobernar una provincia que tiene el 75 por ciento de gastos corrientes y el 15 por ciento de amortización de la deuda. Te queda menos del 10 por ciento para gobernar, y con eso no podés cambiar ni las cubiertas de las ambulancias, ni chalecos antibala para la policía, ni hacer obras necesarias”, definió. Respecto del endeudamiento que mantiene con el Estado nacional, de unos 4800 millones de pesos, informó que recibió un compromiso de CFK y el ministro Amado Boudou para refinanciar “al menos las primeras cuotas”.

Para llevar a cabo sus planes económicos, el gobernador electo contará con mayoría propia en la Legislatura unicameral rionegrina, en la que el Frente para la Victoria (integrado por el PJ, el Frente Grande y el Movimiento Patagónico Popular) se aseguró 32 de los 46 escaños, mientras que el radicalismo sólo pudo retener 11 y el ARI y dos partidos locales uno cada uno. El peronismo, además, se impuso en 13 de las 20 municipalidades donde se realizaron las elecciones de intendentes y concejales, incluyendo localidades como Catriel, Choele Choel, El Bolsón, General Conesa, Ingeniero Jacobacci, Pilcaniyeu, Sierra Colorada y Sierra Grande.

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El gobernador elector de Río Negro, Carlos Soria, irá a la Casa Rosada a reunirse con la Presidenta.
 
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