“Esperemos que no lleguemos a tener que tomar esa medida”, aseguró ayer el líder de la CGT, Hugo Moyano, aludiendo a un posible paro por la discusión salarial que ya se puso en marcha en algunas ramas laborales. En medio de las tensiones con el gobierno nacional, el camionero insistió con el aumento del mínimo no imponible de ganancias y de las asignaciones familiares. El jefe del bloque del Frente para la Victoria (FpV), Agustín Rossi, salió al cruce del sindicalista que había criticado el discurso presidencial de apertura de las legislativas y afirmó que salir del eje político del kirchnerismo era “una decisión política de Hugo Moyano. Nosotros siempre estuvimos en el mismo lugar y no nos vamos a mover”, puntualizó.

“Si quieren que sea sólo el trabajador se equivocan”, señaló el dirigente gremial acerca de los costos que se asumirán en la paritaria salarial. “Las cosas aumentan, no-sotros hablamos de la inflación del supermercado y entonces yo creo que si nos ponemos las tres partes de acuerdo podemos salir de esta coyuntura”, añadió en tono un poco más conciliador. Moyano no termina de soltar la mano del kirchnerismo a pesar de sus críticas, cada vez más profundas. “Esperemos que no lleguemos a tener que tomar medidas. Mejor dicho, que no nos lleven a eso”, dijo dejando en claro la posibilidad latente de una medida de fuerza por parte de la CGT en caso de no llegar a un acuerdo en la mesa de negociación, algo que todavía no sucedió en los ocho años que lleva el kirchnerismo en el poder desde el 2003.

El hilo que une la relación entre el moyanismo y el cristinismo se tensa cada día un poco más. Aliados desde el inicio mismo del proceso político que comenzó con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, el desembarco de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner puso paños fríos a la relación. Cuando la Justicia suiza envió el pedido de informes y la Cancillería lo giró a la Justicia argentina, Moyano lo interpretó como el primer llamado de atención, llegando incluso en aquel momento a amenazar con un paro general que fue desactivado unas horas después. El moyanismo se ofendió luego cuando en el reparto de lugares de las listas legislativas para las elecciones de octubre les ofrecieron menos espacio del que pretendían y la reactivación de la investigación suiza la semana pasada reavivó la disputa. Moyano criticó públicamente los últimos discursos presidenciales importantes: el de asunción de su segundo mandato en diciembre de forma dura en un acto en la cancha de Huracán por el Día del Camionero y el del inicio de las sesiones legislativas de la semana pasada, del que dijo que “el Gobierno está perdiendo el rumbo”.

“Durante todos estos años el valor lo hemos puesto en los trabajadores”, le respondió ayer Rossi al camionero y agregó que “desde el punto de vista estratégico, los objetivos de este gobierno y los de los dirigentes gremiales son coincidentes”. El jefe del bloque del FpV en la Cámara de Diputados fue el portavoz de la respuesta al sindicalista. “Los puntos que plantea la CGT en la agenda son los que están en la agenda del Gobierno, se podrá discutir dónde poner el mínimo imponible, un poco más arriba o abajo, pero está en la discusión”, destacó en referencia a los reclamos que enarbola la CGT. “Moyano se ubicará en el lugar que tiene que ubicarse, pero no porque hayan cambiado las condiciones. Es una decisión política de Hugo Moyano. Nosotros siempre estuvimos en el mismo lugar y no nos vamos a mover”, destacó el diputado rosarino sobre el corrimiento político que el titular de la central obrera viene mostrando en los últimos tiempos.

La decisión del juez Norberto Oyarbide de dar impulso a los informes solicitados por la Justicia suiza sobre actividades del gremio de camioneros que conduce uno de sus hijos, Pablo Moyano, y la relación con la empresa de recolección de residuos Covelia reactivó las críticas del líder de la CGT. “Es un mamarracho legal que no tiene razón de ser”, repitió una vez más el dirigente sobre el tema y agregó que “la Justicia pierde seriedad tocando ese tema, pero bueno, hay jueces que se prestan para eso, ¿qué van a hacer ahora? ¿Qué van a inventar? No tienen más nada que inventar”.