Ante la decisión de Metrovías de retirar formaciones del subterráneo por falta de mantenimiento, afectando la frecuencia del servicio, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, responsabilizó al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por esta situación. Según explicó el ministro, 108 millones de pesos fueron depositados en el Banco Nación para que la Ciudad de Buenos Aires los destine “centralmente” al “mantenimiento” de los subtes. Por su parte, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro se declaró en “alerta y asamblea permanente”, aunque descartó por ahora una huelga.

Desde la Ciudad, en tanto, insistieron en la postura de desligarse del asunto. La vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal, aseguró que la Ciudad “no” aceptará el traspaso de subtes “hasta que el gobierno nacional cumpla con las inversiones”. Y lo responsabilizó por la falta de “inversiones” y “la seguridad del servicio de subtes”. Vidal le respondió al ministro Randazzo que los fondos disponibles son “nacionales” y que la Nación tiene “la responsabilidad” de administrarlos.

En una conferencia de prensa que ofreció en la Casa de Gobierno, Randazzo le reclamó a Macri “el cumplimiento de lo firmado” el 3 de enero último en el acta acuerdo de transferencia de los subterráneos, que incluía “el compromiso de asumir las responsabilidades del transporte de los vecinos de la Ciudad”. El ministro del Interior formuló esos conceptos luego de que la concesionaria Metrovías anunciara que desde ayer implementaría un programa operativo con limitaciones de la cantidad de trenes –retiró veinte formaciones–, lo que ayer a la mañana generó menos frecuencias y más demoras en las seis líneas de subtes y el Premetro.

Randazzo explicó que el gobierno nacional transfirió, el 3 de julio, 210 millones de pesos, de los cuales 102 corresponden a “gastos operativos y 108 a mantenimiento e inversión”. “Tanto la empresa concesionaria como el Gobierno de la Ciudad saben que ese dinero está disponible y esperamos que el jefe de Gobierno cumpla con el compromiso asumido en el manejo de subtes para beneficio de los usuarios”, agregó. Randazzo reseñó los términos del acta-acuerdo firmada en enero entre los Ejecutivos nacional y porteño, que luego Macri desconoció. También recordó que, sobre la base de ese acuerdo, Macri incrementó la tarifa de los servicios de 1,10 a 2,50 pesos. “La Nación cumplió el compromiso asumido en ese acta y abonó de forma mensual el dinero correspondiente por la mitad del subsidio a los subterráneos”, dijo Randazzo en la rueda de prensa. Al ser consultado respecto de la seguridad de esos servicios, afirmó que “la responsabilidad de la operación es de Metrovías, que de hecho seguramente chequea que todas las formaciones estén en condiciones y, de no hacerlo, le cabrá una sanción, que deberá ser aplicada por el jefe de la Ciudad”. Sobre las futuras discusiones paritarias, que deben reabrirse en agosto, el ministro afirmó que “el gobierno nacional participará para articular” las reuniones que mantengan empresarios y trabajadores, aunque “por supuesto será responsabilidad del Gobierno de Buenos Aires”.

Por su parte, la organización sindical que conduce Norberto Pianelli ratificó que la empresa retiró 20 formaciones, lo cual perjudica “el normal funcionamiento de los subterráneos” y anunció que el gremio se declaró en “alerta y asamblea permanente”, con la convocatoria a asambleas para hoy. Si bien Pianelli y el delegado Claudio Dellecarbonara descartaron por ahora la realización de medidas de fuerza, no dudaron en señalar que “el problema es más que complejo, porque detrás de la decisión patronal se esconde la maniobra de exigir más subsidios”. Según precisaron, “por ahora no habrá huelga, los dirigentes deben pensar también en la necesidad de los usuarios, pero la situación es más que compleja, porque a la realidad del enfrentamiento de los gobiernos nacional y porteño y la ausencia de mantenimiento se sumará el mes próximo la reanudación de la paritaria sectorial”. El secretario adjunto de la organización, Néstor Segovia, dijo que “hace meses que venimos denunciando que los coches están en mal estado”, y consideró “una vergüenza” la actitud de la empresa. “Hoy (por ayer) vamos a hacer asamblea con todos los sectores y no se descarta un paro”, anunció Segovia, diferenciándose de sus compañeros.