EL PAíS › SOLO DE ECONOMIA NO VIVE EL PALACIO DE HACIENDA
Anuncios culturales de Lavagna
Por C. C.
Desde Mar del Plata
“La política económica no es una feria donde en cada stand se le regala algo a un sector”, arremetió el ministro de Economía al comienzo de su discurso. Al término de una ronda de preguntas y respuestas, sorprendió con un atípico detalle de iniciativas de “carácter cultural”. Este trío incluye la transformación del Palacio del Correo en un museo, un acuerdo para abaratar computadoras y otro para el desarrollo de “microtecnología”.
u Anuncio cultural 1: Ese emprendimiento vendrá de la mano de Lucent Technology, la fábrica que inventó los transitores. Ahora habría aceptado desarrollar microtecnología en la Argentina, donde hoy el laboratorio de esa marca sólo hace testeos. Esto se encarará en coordinación con la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Invap, “y todas las empresas privadas que quieran aportar”, invitó el ministro. Los microchips servirían para la medicina, óptica, comunicaciones, informática, bienes de capital e industria automotriz y podría demandar 400 millones de dólares.
u Anuncio cultural 2: Lavagna lo denominó de “alfabetización digital”. La intención es introducir dos millones de computadoras por año en el mercado argentino, cuyo parque hoy llega a los 3 millones. El esquema definitivo aún no terminó de cerrarse, pero el Gobierno ya cerró un acuerdo con Intel e IBM que permitirá abaratar el costo de las máquinas y el software. Los bancos Nación y Provincia aportarían financiamiento barato y Telefónica y Telecom permitirían el acceso gratis a Internet por seis meses.
u Anuncio cultural 3: El arquitecto I. M. Pei, el mismo convocado para la remodelación del Louvre se habría entusiasmado con la idea de refaccionar el edificio del Correo Central, algo que sería competencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Para que prospere un proyecto de esta naturaleza habría que salvar algunas dificultades técnicas y legales que, admitió el ministro, aún están en veremos. Pero el cometido está logrado. “No quisimos permitir que se transformara en una ratonera de oficinas públicas”, explicó.